El Papa pegó y después pidió perdón

El pontífice se disculpó por haber “perdido la paciencia” con una feligresa en la Plaza de San Pedro, cuando la mujer lo forzó a darle la mano y él le dio un golpe en el antebrazo y se retiró fastidiado

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CIUDAD DEL VATICANO

El papa Francisco se disculpó ayer, antes de la tradicional oración del Ángelus, por haber “perdido la paciencia” el martes cuando una fiel lo forzó a darle la mano y él le dio un golpe en el antebrazo.

“Tantas veces perdemos la paciencia. A mí también me ocurre. Me disculpo por el mal ejemplo dado ayer”, declaró el pontífice, desde una ventana del palacio apostólico de la plaza de San Pedro del Vaticano.

Las imágenes del Papa, de 83 años, reaccionando de forma irritada ante una fiel de origen asiático que le quería dar la mano a toda costa, agarrándolo y atrayendo al pontífice hacia ella en la plaza de San Pedro del Vaticano el último día del año, fueron vistas por miles de internautas.

Tras haber besado a muchos niños, apiñados delante del pesebre de Navidad en la extensa plaza de San Pedro, y cuando se disponía a cambiar de dirección, una mujer le agarró fuertemente de la mano y atrajo al pontífice hacia ella hasta casi hacerlo caer.

Mientras se ve cómo la desconocida le dice algo casi inaudible, el Papa, irritado y con gesto molesto y dolorido, logra zafarse de la mujer dándole un golpe en el antebrazo.

El pontífice, que tiene dificultades para andar y lleva calzado especial, siguió su camino tras el incidente manteniendo un poco de distancia con los fieles entusiastas. Su rostro, firme, se fue relajando progresivamente al entrar en contacto con los niños.

En este primer Ángelus del año, Francisco recordó que la liturgia celebraba a María, “la Virgen que dio vida a Jesús, el salvador”, quien “no eliminó el mal sino que lo cortó de raíz”. “Esta bendición de Dios para cada hombre y mujer” no es “mágica, sino que requiere paciencia, la paciencia del amor”, consideró el pontífice.

En ese momento, dejó de leer el texto que había sido transmitido a los medios de comunicación previamente, y repitió la frase “la paciencia del amor”, haciendo su mea culpa por el molesto ademán del martes.

El pontífice encadenó entonces con su mensaje de Año Nuevo, leído en todas las iglesias del mundo, que exhorta a la “paz, camino de esperanza hacia el que hay que avanzar a través del diálogo, la reconciliación y una conversión ecológica” integral.

Si bien el Papa argentino ha dado lugar a críticas muy positivas desde su elección, en 2013, por su sencillez y su proximidad con los fieles, también es conocido por su forma directa de hablar y por su temperamento, a veces autoritario.

NO AL BESO DEL ANILLO PAPAL

En marzo mostró públicamente su franqueza al negarse a que los fieles besaran su anillo papal en una ceremonia en el santuario de Loreto, en el centro de Italia.

En ese momento, algunos aseguraban que Jorge Bergoglio tan solo quería reducir el tiempo de cada saludo y agilizar el avance de la cola, pero la mayoría coincidía en que simplemente era un gesto de humildad y una muestra más de que Francisco está intentando acabar con los comportamientos jerárquicos propios del clericalismo más tradicional.

Finalmente, el Vaticano despejó las dudas y explicó que su gesto (Francisco retiraba su mano cada vez que un peregrino trataba de besarlo) era debido a razones de higiene.

“El Papa me ha dicho que el motivo por el cual no permitía que le besaran (el anillo) en Loreto era por higiene. No por él, sino para evitar el contagio cuando hay largas colas y aglomeraciones de personas. Personalmente, a él le gusta besar a la gente, tener un contacto próximo con ellos ”, explicó en aquel momento el portavoz de la Santa Sede, Alessandro Gisotti. (AFP)

 

 

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