“Decepcionados”, así están en La Plata los hipotecados UVA tras las medidas anunciadas
Edición Impresa | 30 de Enero de 2020 | 01:52

Los deudores de créditos hipotecarios UVA, de la Región y el país, seguirán movilizados. La solución que propuso el Gobierno de prorratear en 12 meses un aumento del 26 por ciento tras el descongelamiento de las cuotas, no alcanza para mejorar su ya delicada economía mensual. Esta tarde, desde las 15, un nutrido grupo local de acreedores de la línea crediticia se concentrará en las puertas de la sede central del Banco Provincia a expresar su descontento. De ahí los manifestantes de la Región se unirán luego al Colectivo Nacional Hipotecados Autoconvocados, que se concentrará frente al Banco Central de la República Argentina (BCRA), en la capital federal, en reclamo de cambios en el sistema de ajuste por inflación.
El llamado UVA es un préstamo hipotecario en pesos a tasa fija, ajustable por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) que refleja el índice de precios al consumidor, y que está expresado en Unidades de Valor Adquisitivo. Es una modalidad crediticia utilizada además para la compra de automotores y personales.
Tras las elecciones internas de las PASO celebradas el año pasado y la fuerte devaluación que sufrió el peso con su consecuente alta inflación, los montos de las cuotas UVA, se fueron por las nubes; se volvieron, por lo elevadas, “impagables”, según repiten desde entonces los deudores de esos préstamos.
Frente a la gravedad de la situación, el gobierno anterior congeló desde septiembre las cuotas. Y ahora, desde el Banco Central se anunció un plan de “esfuerzo recíproco” entre los tomadores de los préstamos y las entidades bancarias.
La decisión implica la salida de la medida a partir de febrero próximo y un aumento del 26 por ciento -lo que no se indexó en los meses que las cuotas estuvieron congeladas- que se prorrateará en un año y que significará pagar por esa deuda, de acuerdo a los montos adquiridos, entre el 3 y el 6 por ciento mensual.
Además, el nuevo mecanismo prevé que en ningún caso la cuota supere el 35 por ciento de los ingresos familiares, algo que fue acordado por el Banco Central y el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.
Sin embargo, este punto referido al tope de la cuota según los ingresos familiares también disgustó a los deudores hipotecarios. “Primero que es más alto de lo normal, porque siempre es del 30 por ciento, y segundo que para algunas familias la cuota pasa ese límite cada caso puntual tiene que arreglárselas con el banco para acordar, otra medida que nos deja totalmente desamparados”, destacó.
historia y testimonios
Corría diciembre de 2017. Débora Villalba y Pablo Friso venían de alquiler en alquiler. Con el primer hijo (hoy el nene tiene 7 años y un hermano de 2) y todo un trayecto familiar transcurrido a la pareja la agobiaba el hecho de poner todos los meses plata en una vivienda que no les pertenecía. El gobierno de entonces lanzó el crédito hipotecario UVA y Débora y Pablo se zambulleron en la propuesta. Compraron, con los $940.000 otorgados por un banco privado, una casa de 50 años de antigüedad y mucho por arreglar, en Berisso.
En enero de 2018 pagaron la primera cuota, de $6.000; ahora, con el congelamiento dispuesto en septiembre pasado, desembolsan $13.000 por mes; y sin esa medida adoptada oportunamente para evitar el desborde de la indexación calculan que estarían abonando $16.000. La pareja se movilizará hoy también a las sedes del Banco Provincia y del Banco Central.
“Pedimos un poco menos de un millón de pesos y ahora debemos más de dos millones”, dice Débora, desempleada, con su marido empleado de YPF, dos hijos pequeños y, en definitiva desesperada, pues su familia tiene más deudas que ingresos. “Hasta estamos evaluando la posibilidad de vender la casa, que se nos inundó a los seis meses de comprada y nunca pudimos repararla, aunque es posible que incluso vendiéndola no nos alcance para cubrir la deuda con el banco”, añade la joven devastada por la situación económica y financiera que le toca vivir.
Otra titular de un crédito hipotecario UVA que se siente “muy perjudicada” primero por la indexación de la cuota a la que llevó la inflación y luego por las recientes medidas es Perla Figueroa. La mujer se manifestó angustiada e indignada a la vez. “Estábamos esperanzados en que con este gobierno se iba a generar una reversión de los créditos UVA y resulta que de esta manera no hacen más que fortalecer el sistema, que queda totalmente intacto, en contra de las familias y a favor, como siempre, de los bancos, que festejan la medida. Nosotros, los deudores de los créditos UVA nos sentimos totalmente desamparados”, remarcó la vecina platense.
Para Figueroa esta manera de aplicar la indexación de las cuotas “no se trata, justamente, de un esfuerzo compartido”. En ese sentido, la deudora UVA explicó que “a la persona que se le levanta el congelamiento del monto mientras tanto le aumenta el capital adeudado y entonces ve duplicada la deuda, nunca se achica. Es como una doble indexación; por un lado la cuota se ajusta por inflación y por otra parte se le suma la tasa de interés que se aplica sobre lo que ya se ajustó. El sacrificio sólo lo hacen las familias”.
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