La picadas ilegales no aflojan en el Bosque y lanzan una ofensiva

Salieron a ponerle freno a las carreras informales en el pulmón verde platense. En una madrugada labraron 40 infracciones y secuestraron 4 autos. Riesgo, ruido y descontrol

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Las picadas volvieron al Paseo del Bosque. En realidad, nunca se fueron del todo. Los ruidos ensordecedores, el peligro vial y el hartazgo y las denuncias de los vecinos más cercanos son permanentes en el principal pulmón verde platense, convertido de madrugada en una pista de carreras.

Ahora la Comuna lanzó una nueva ofensiva para frenar esta movida clandestina y nocturna, de la que suelen participar decenas de autos y que altera el descanso de la gente del barrio.

En uno de esos operativos, realizado días atrás en horas de la madrugada, agentes de la Dirección de Tránsito pertenecientes a la secretaría de Convivencia Urbana municipal y personal de la secretaría de Seguridad local secuestraron cuatro autos y se labraron 40 actas de contravención.

El secretario de Convivencia Urbana, Roberto Di Grazia, precisó que “realizamos este tipo de controles en forma periódica con el objetivo de disminuir, hasta erradicar, dichas prácticas, porque ponen en peligro la seguridad de quienes participan de las mismas y de todos los vecinos de la ciudad”.

“Con este tipo de acciones queremos llevar tranquilidad a los frentistas que viven en las inmediaciones del Paseo del Bosque y, además, prevenir accidentes de tránsito que pueden ocasionarse con estas carreras ilegales”, concluyó.

Finalmente, desde la Secretaría de Convivencia Urbana informaron que los controles continuarán realizándose periódicamente para garantizar la seguridad de los vecinos.

En los últimos años es común ver estas carreras informales en las calles internas del Bosque. El circuito más habitual de los grupos que practican “picadas” arranca en 53; de ahí se introducen en el Bosque, recorren la avenida Iraola; salen por la avenida 51; van por la calle 2 hasta 53 y así emprenden una y otra vez el mismo trayecto. También la avenida Centenario suele convertirse en una “pista” de carreras.

Se trata, como se ha advertido en reiteradas ocasiones, de sectores cercanos a centros de salud, a muchas escuelas y colegios y al ministerio de Seguridad, entre otros lugares de significación, además de tratarse de un barrio densamente poblado.

Los vecinos cuentan que cuando se arman, estas movidas nocturnas pueden convocar, al menos, a medio centenar de vehículos, muchos de los cuales utilizan escapes abiertos y ponen la música a todo volumen. La actividad, que es más frecuente los fines de semana, arranca cerca de la medianoche y se extiende, por lo general, hasta cerca de las 4 de la madrugada.

Estas carreras furiosas, de las que participan autos “tuneados” y motos de variada cilindrada que se desplazan a altas velocidades en espacios urbanos, ilegales, son, también, un plan de entretenimiento nocturno para decenas de espectadores que se dan cita en el Bosque. Desde hace mucho tiempo se han realizado en diferentes escenarios, pero el Bosque platense, ha sido, quizá, el más frecuente. Se han visto “pistas” en avenidas de la periferia como la 520, la 44 o la diagonal 74, hasta calles del microcentro, habiéndose concretado ese tipo de competencias en plena calle 8. El batifondo que generan con estos vehículos preparados para la aceleración rápida impide el descanso habitual de los vecinos de esas zonas.

Desde el área de Control y Convivencia Ciudadana se ha explicado que el riesgo está tanto para quienes corren las picadas como para quienes circulan por dichas zonas y los espectadores, ya que bastante gente se junta en las inmediaciones para observar estas carreras clandestinas.

Hace años que las “picadas” son un mal crónico. Se ha probado con diferentes recetas y, si bien hay períodos de mayor y menor actividad, nunca se las logró erradicar definitivamente.

Años atrás, incluso, se llegó al punto de cerrar el paso vehicular al Bosque por la noche, con el objetivo de evitar la realización de las competencias ilegales.

Con el tiempo esa suerte de “blindaje nocturno” se fue diluyendo y, con episodios espasmódicos, las “picadas”, por general convocadas a través de las redes sociales, reaparecieron en el pulmón verde local.

Ni siquiera les puso fin la instalación de cámaras en el cruce de Avenida Iraola y Avenida Centenario (donde se emplaza el monumento) para captar imágenes de estas prácticas ilegales.

LA NORMATIVA

Según se ha explicado, estas “pruebas ilegales de velocidad o destreza automotor, están tipificadas en el artículo 193 bis del Código Penal, con penas desde los 6 meses a 3 años más inhabilitación por el doble de tiempo para conducir”. Ese artículo se aplicó por primera vez en La Plata en abril de 2017, cuando policías camuflados entre los “espectadores” lograron filmar una carrera ilegal en el Paseo del Bosque, interceptar a sus protagonistas y demorarlos.

El artículo en cuestión determina que “será reprimido con prisión de seis (6) meses a tres (3) años e inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena, el conductor que creare una situación de peligro para la vida o la integridad física de las personas, mediante la participación en una prueba de velocidad o de destreza con un vehículo automotor, realizada sin la debida autorización de la autoridad competente”.

Y continúa: “La misma pena se aplicará a quien organizare o promocionare la conducta prevista en el presente artículo, y a quien posibilitare su realización por un tercero mediante la entrega de un vehículo de su propiedad o confiado a su custodia, sabiendo que será utilizado para ese fin”.

LA 52, UN PELIGRO

También diferentes automovilistas han expresado su preocupación por el riesgo vial que representa circular por la noche en la avenida 52 entre 1 y 122. “Hay escasa iluminación, sobre todo en el paso a nivel por donde pasa el Tren Universitario. En todo el tramo no hay reductores de velocidad. Encima la rotonda de 122 es un descontrol, nadie cede el paso”, planteó Fermín Suárez, vecino de la zona.

En los últimos años diferentes arterias han sido escenario de estas carreras clandestinas

193
BIS es el artículo del Código Penal que define será reprimido con prisión de seis (6) meses a tres (3) años e inhabilitación especial para conducir por el doble del tiempo de la condena, el conductor que creare una situación de peligro para la vida de las personas” por las picadas ilegales.
40
INFRACCIONES Son las que labraron, en una sola jornada, los inspectores de Control y Convivencia Ciudadana que intervinieron para ponerle freno a esta práctica clandestina que lleva años en la Región y no logran erradicar. Prometen en la Comuna mantener los controles.

 

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