Otro masivo banderazo, con ejes en la Justicia, la economía y la cuarentena

Una nueva movilización contra el Gobierno nacional con epicentro en el Obelisco. La protesta creció fuerte en grandes ciudades del interior, inclusive en provincias gobernadas por el PJ. Participación desde la oposición

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El gobierno de Alberto Fernández enfrentó otra multitudinaria protesta en distintos puntos de Argentina con variadas consignas que fueron desde la ofensiva contra la Justicia, el rechazo a la gestión de la pandemia, la crisis económica y la creciente influencia que le atribuyen a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Algunos también protestaron por la inseguridad.

Convocadas por redes sociales bajo la consigna “La hora de los patriotas’’ y con la adhesión de algunos dirigentes opositores, el epicentro de la movilización tuvo lugar en el Obelisco, pero se replicó con mucha fuerza en ciudades de las provincias de Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Río Negro, Santa Fe, Salta y Santa Cruz. También en La Plata.

Un grupo opositor también se concentró frente a la residencia presidencial de Olivos, donde más temprano se habían instalado manifestantes afines al Gobierno, lo que obligó a la policía a montar un operativo para evitar disturbios (ver pág. 6).

Otro punto de convocatoria fue frente al domicilio del apartamento donde reside la expresidenta, lo que generó un fuerte repudio desde oficialismo. Pero también la condena del ex presidente Mauricio Macri y otros dirgentes de Juntos por el Cambio.

La protesta opositora tuvo lugar en momentos en que se percibe un creciente malestar por los resultados sanitarios y económicos de la extensa cuarentena que rige desde el 20 de marzo por la pandemia de coronavirus. Argentina se ubica en el sexto puesto de los países más afectados, con más de 900.000 contagiados y más de 23.000 muertos.

“Estoy acá para reclamar lo que reclaman todos. Cierran todas las empresas, mi hermano se tiene que ir a trabajar afuera porque no le alcanza la plata, los chicos se quieren borrar del país’’, dijo a AP Sabrina Gori.

En el Obelisco se formó una larga fila de automóviles con familias abordo que hacían sonar las bocinas mientras agitaban banderas argentinas, el símbolo patrio elegido para identificar la protesta.

Otros sostenían carteles en los que cuestionaban la restricción de libertades y duros mensajes contra Fernández de Kirchner, a la que acusan de impulsar una reforma judicial que le garantice impunidad en las causas por supuesta corrupción. La iniciativa tuvo media sanción en el Senado. Pero esta frenada en Diputados.

OTROS BANDERAZOS

El primer “banderazo’’ tuvo lugar el 20 de junio, en coincidencia con el Día de la Bandera y pocos días después que el Gobierno anunciara la expropiación de la cerealera Vicentín, la sexta más importante del país, una medida que desde la oposición se calificó como un ataque la propiedad privada. En los meses siguientes se sucedieron más protestas.

En esta ocasión se dio la particularidad que un sector afín al oficialismo también se manifestó, en Olivos, pese a que el Presidente ha dicho en reiteradas oportunidades que no eran aconsejables las concentraciones de personas por la pandemia.

Si bien la convocatoria fue por redes sociales sin una cara visible, dirigentes de la coalición Juntos por el Cambio volvieron a alentar y a asistir a las manifestaciones.

Patricia Bullrich, quien ya había convocado a otra marcha opositora en agosto y dos semanas después dio positivo para coronavirus, dijo protestar “por la economía, la salud, la educación y la libertad de los argentinos”.

En cambio, su socia en Juntos por el Cambio y referente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, se diferenció en las redes sociales: “No soy líder, no quiero serlo, solo soy una persona ‘Lilita nada’, responsable de hace muchos años por lo que nos ocurre y poniendo el cuerpo. Pero no voy a ser cómplice de una vida humana perdida en este proceso”.

Entre los manifestantes, también se pudo ver al exsecretario de Medios Públicos, Hernán Lombardi, quien buscó despegar a Juntos por el Cambio de la convocatoria: “La gente se convoca sola, los dirigentes lo que tenemos que hacer es estar presentes”, sostuvo y festejó este tipo de protestas “como lo más importante que políticamente está pasando hoy en la Argentina”.

El exfuncionario reclamó al presidente Alberto Fernández “tomar la agenda de la gente” y dejar de “buscar la impunidad de la vicepresidenta” Cristina Fernández de Kirchner.

“Todos somos Rosenkrantz”, decía uno de los carteles visibles en las inmediaciones del Obelisco, en alusión al presidente de la Corte Suprema.

Otra pancarta, que postulaba el “NO” a la reforma judicial, era sostenida por una mujer que refirió que “la libertad está en manos de la Justicia” y que, por eso, había que “defenderla” y resistir la iniciativa de modificar el fuero federal impulsada por el Gobierno.

En el interior

En Córdoba, los grupos opositores se manifestaron frente al Shopping Patio Olmos, donde protestaron por la extensión de la cuarentena y las nuevas restricciones en seis departamentos. Por su parte, manifestantes se movilizaron en las plazas centrales de las ciudades de San Luis y Villa Mercedes.

En Mendoza, la convocatoria a la marcha del #12O recibió en el llamado Kilómetro 0 de la provincia (Avenida San Martín y Peatonal Sarmiento) un gran número de personas, que también se replicó en San Rafael, 230 kilómetros al sur de la capital provincial.

En Bahía Blanca, en el sur bonaerense, se movilizaron por la calles céntricas mientras que otros lo hicieron a bordo de vehículos en rechazo a la reforma judicial, políticas del Gobierno y hasta el aislamiento social, entre otros.

“Todos somos Rosenkrantz”, decía uno de los carteles visibles en el Obelisco

 

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