Liga Junior: a siete meses de la suspensión, todo es una gran incógnita

En casi siete meses de aislamiento, la realidad se transformó en una “nueva realidad” universal, donde el escenario social y económico es preocupante. Y los clubes no escapan a esta problemática que parece no tener una salida en el corto plazo. Sueldos, servicios, impuestos y gastos en general son algunas de las cosas que desvelan a los dirigentes, dentro de un contexto de “puertas cerradas” que lleva más de 200 días. Sin competencia a la vista, debieron recurrir a la venta de pizzas, empanadas, tortas, verduras, comidas, etc. para poder solventar los gastos y sobrevivir. 

De los clubes que forman parte del territorio bonaerense, hay 30 que participan de la Liga Junior y abonaron $25.000 cada uno en concepto de inscripción. No obstante, después de siete meses, la competencia no comenzó ni se suspendió, y muchos esperan el reembolso de un dinero que abonaron de inscripción que les sería útil para afrontar algunos compromisos económicos y salir del apremio. 

Desde aquel lejano marzo, se realizó una reunión a través de zoom para ver cómo se continuaría con el torneo pero, hasta el día de hoy, la situación quedó en stand by y no se sabe qué ocurrirá ante la falta de una decisión por parte de la Federación de Básquetbol de la Provincia de Buenos Aires. 

“Allá por junio o julio se hablaba de que la Liga Junior se iba a jugar, pero después no se habló más y no hubo novedades”, contó José Gutiérrez, delegado de IAE Club ante la Asociación Marplatense de Básquetbol. Por su parte, Jorge Unzué, presidente de Quilmes de Mar del Plata, sostuvo: “No hay definición de nada. Se suspendió en su momento, cuando ya estaba la lista de buena fe y se había abonado la inscripción. Todavía no se sabe nada, no hay ni conversaciones”. 

Al mismo tiempo, el nexo entre el básquet profesional y las inferiores de Estudiantes de Olavarría, Pedro Escobar, aclaró: “Se pagó la inscripción y el seguro anual de los jugadores y todavía no se nos comunicó que va a pasar con ese dinero. Estimo que quedará a cuenta de la próxima edición, pero no sabemos nada”.

En la dura realidad de los clubes más necesitados, ese monto podría ser más que bienvenido. Por eso, aguardan con ansias una determinación. “Siempre los clubes estamos con la moneda justa o menos diez, y la pandemia agudizó esa situación. Nos afectó y nos afecta fuerte”, afirmó Unzué, mientras que Leonardo Cordeiro, máxima autoridad de Unión de Mar del Plata, fue contundente: “Constantemente se va atrasando la deuda que uno tiene con los empleados o con los servicios. En todos los meses hay un déficit importante y creo que va a seguir siendo así durante mucho tiempo”. 

El principal reclamo de los dirigentes de las instituciones provinciales es que, a siete meses de la suspensión, no se tomó una decisión acerca de la Liga Junior. ¿Se jugará o quedará cancelada? “En nuestro caso ya elevé dos cartas a Federación pidiendo el reintegro del dinero porque lo necesitamos para afrontar muchos gastos. Todavía sigo esperando porque no tuve respuestas”, explicó Martín Cánepa, presidente de Reconquista de La Plata. 

En otros casos, hay entidades que plantean la posibilidad de optar entre dos caminos: por un lado, la devolución del dinero de la inscripción (la más pretendida) para ayudar a los clubes con sus urgencias económicas y por otro, usar el monto para la inscripción del próximo año (un poco más complicada por el desfasaje monetario y la incertidumbre de la vuelta a la actividad). Pero ambas opciones son suposiciones a la espera de claridad por parte de la Federación.

“Me parece que el principal problema fue no tomar una decisión. Llevamos siete meses y no sabemos qué va a pasar. El tema es comunicar cómo vamos a seguir y entre todos los clubes tomar la decisión, al que la necesite que se le devuelva la plata y al que no, que se guarde para el próximo año o no sé, pero hay que decidir algo”, aseguró Mario Lemme, el presidente de la subcomisión de básquet de Regatas de San Nicolás. 

En medio de una grave crisis económica de los clubes, la disputa o no de la Liga Junior puede ayudar a que los más afectados logren salir del duro presente. Siete meses de inacción y falta de comunicación. Enigma sin resolver.