Una huella en otro asalto a una casa impulsa la pesquisa de la banda que atacó en Gonnet

Investigan a una banda que estaría compuesta por chilenos y colombianos. Les adjudican otros hechos en Villa Elisa y Hernández

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El salvaje asalto al arquitecto y su hijo adolescente en la casa de Gonnet dejó algunos detalles que podrían resultar “conocidos” en la Región.

De eso se van convenciendo los investigadores policiales en las últimas horas, con algunos datos que sitúan a los mismos ladrones en otros hechos registrados en la Zona Norte.

Entre las pistas que buscan confirmación con detenciones está el perfil de los ladrones: “son extranjeros y como señalaron algunas víctimas hay gente con acento caribeño”, dijo uno de los investigadores que habló con este diario antes de pasar a detallar lo que sería una especie de alianza internacional: “hay colombianos y chilenos”, apuntó.

La afirmación tiene como dato de última hora lo que aportó el arquitecto Jorge Puglisi (50), quien fue asaltado en su casa de 26 entre 491 y 493, el viernes a las seis y media de la tarde. Una banda de cuatro ladrones lo golpeó y amenazó de muerte con la finalidad de que indicara todo lo que tenía valor en la casa y las joyas. De eso último, nada había, le contó el profesional a este diario y eso parecía enfurecer a los ladrones, que no ocultaban su acento extranjero.

La banda entró a la casa por una ventana, en la pieza del hijo adolescente de Puglisi, quien estaba jugando a la Play cuando vio dos caras desconocidas por una apertura mínima de la ventana.

“Los tipos acostumbran usar entradas alternativas a la principal de las casas. Por ejemplo, ventanas que no dan al frente”, apuntó el investigador.

De esa modalidad habrían quedado rastros en otros dos golpes recientes que se le atribuyen a la banda, en las localidad de Hernández y Villa Elisa.

Además de los datos que indicarían un perfil y un patrón de comportamiento, los policías tendrían algo más que sería clave para acercarse a uno de los individuos: “De uno de los hechos anteriores se pudo levantar una huella”, avisó el pesquisa. Al menos, un dedo “pegado” en uno de los atracos, sería la nueva pieza clave para acercarse a toda una banda.

No hay datos que acerquen esa investigación con otro caso resonante en la misma localidad, pero en Villa Castells. El fiscal Álvaro Garganta y los policías de la comisaría local sospechan que dos empleados de la delegación municipal, además de barrer la calle y limpiar zanjas, se dedicaban a hacer “inteligencia” para facilitarle la tarea a ladrones que después irían a robar las viviendas marcadas.

De eso se tomó nota tras un asalto a una mujer y sus dos hijos, el miércoles al mediodía, en 6 y 501. En esa horas, un vecino vio a los empleados en cuestión sacar fotos a una casa en 5 y 502 bis, y llamó a la Policía. Cuando llegó la patrulla y corrió la noticia, otros vecinos los señalaron con la misma actitud ante la casa de 6 y 501. Los presuntos ladrones que robaron allí cayeron en un control policial en la ciudad de Tres de Febrero, el miércoles por la tarde. Los policías los arrestaron después de hallar varios objetos y billetes que más tarde se demostraría que eran de la familia de Villa Castells.

Dos días antes, a pocas cuadras de la casa de Puglisi, en 496 entre 28 y 29, a dos chicas que estudiaban también se les metieron dos ladrones por la ventana y bajo amenazas la despojaron de objetos de valor.

 

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