Boca aplastó a Caracas con un Tevez inspirado y autor de un “doblete”

Boca cerró anoche su participación en la fase de grupos de la Copa Libertadores, al golear por 3-0 al Caracas FC., de Venezuela, en un partido que le fue ampliamente favorable, sobre todo en el primer tiempo, y que tuvo a Carlos Tevez, autor de dos goles, como una de las grandes figuras de la noche.

Con este triunfo, el equipo que conduce técnicamente Miguel Ángel Russo finalizó en lo más alto del Grupo H con 14 puntos, y es el quinto mejor primero de esta primera fase de la competencia, detrás de Palmeiras, Santos, Flamengo, el vigente campeón, y Nacional, de Montevideo.

los 3 goles de #Boca relatados por @DiegoPessolano 👊🏼🔥#VamosBoca #Libertadores pic.twitter.com/58d5GpGhsw

— Boca Jrs. Gol (@BocaJrsGol) October 23, 2020

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El equipo venezolano, mientras tanto, estuvo a un solo gol de ingresar a los octavos de final, porque el DIM, en Asunción, goleó por 4-2 a Libertad, dando la sorpresa de la jornada. Pese a esta derrota, el cuadro paraguayo se metió entre los mejores 16 de la Copa, terminando segundo detrás de Boca.

El dramatismo se extendió hasta el final del encuentro, porque Caracas necesitaba descontar anoche en la Bombonera o un gol más de los colombianos, algo que finalmente no sucedió.

De esta manera, el cuadro de Venezuela tendrá su revancha en la Copa Sudamericana, que precisamente, será sorteada hoy en la capital paraguaya.

LO LIQUIDÓ PRONTO

Boca se fue al descanso con una ventaja de tres goles, pero la diferencia pudo haber sido mayor. Sin embargo, lo que le interesa a Miguel Ángel Russo es el rendimiento del equipo, de cara a los octavos de final, que comenzarán a fines de noviembre.

La actuación de Boca fue de menor a mayor. Basó su juego a partir de la solidez defensiva (aunque no lo atacaron demasiado); en la proyección de los laterales (Fabra, por izquierda y Buffarini, por derecha); el equilibrio en la mitad de la cancha (buenas actuaciones de Edwin Cardona y Eduardo Salvio) y en el peligro permanente de Carlos Tevez y Franco Soldano, que esta vez sí se movió como un “9” metido dentro del área rival.

Con todos estos factores, Boca manejó el partido a voluntad, a pesar de que a los 13, Esteban Andrada le sacó un penal a Robert Hernández, después de una mano (fue al piso para barrer) de Julio Buffarini. A partir de ahí, y prácticamente por decantación, el equipo local definió el pleito en pocos minutos.

El primer grito fue de Lisandro López, a los 26, con un frentazo, a la salida de un córner (perfectamente ejecutado por Cardona).

Luego llegaría el “doblete” de Carlos Tevez, el primero, después de una gran jugada de contraataque, comandada por el Toto Salvio, que terminó con un centro de Fabra entrando por izquierda. Y luego, definiendo con derecha, tras un rebote desafortunado en la defensa de Caracas, un rival limitado, con muchas falencias defensivas, que no fue rival para un Boca explosivo, que definió prácticamente el partido en 20 minutos.

Boca pudo haber marcado un gol más en este primer capítulo, aunque esta vez, se fue al descanso con una ventaja casi indescontable.

MANTUVO SU LIBRETO

Boca no se apartó de su libreto. Así como se mostró rápido y letal en el primer tiempo, también lo hizo en la parte complementaria, donde Tevez fue otra vez punzante estando de espaldas al arco, y en donde Cardona fue un “perfecto” complemento no solo para el Apache, sino también para el Toto Salvio, que siempre se mostró libre por en andarivel derecho.

A los 11, se produjo el regreso al equipo de Wanchope Abila, que jugó por última vez por los “porotos” el 14 de marzo pasado.

La lesión muscular lo postergó varias semanas, aunque se pudo poner en forma con los amistosos que disputó durante la doble fecha FIFA. Wanchope, que ingresó por Franco Soldano, se mostró rápido en los desplazamientos, y siempre trató de asociarse con Tevez y también con Cardona.

La más clara fue a los 19, con una media vuelta de zurda que atrapó sin problemas el arquero Velázquez, luego de una asistencia de Tevez.

Y a los 22, entrando por la izquierda, remató desviado (por sobre el travesaño) ante la presión de su marcador, Carlos Rivero.

Boca no bajó nunca los brazos. No se confirmó con los tres goles que sacó de ventaja en el primer tiempo. Y si no pudo aumentar la brecha fue porque esta vez, los “goleadores” no estuvieron finos en los metros finales.

Después, Russo empezó a mover el banco, pensando en cuidar a algunos jugadores, sabiendo que el partido ya estaba definido.

Por eso, hizo ingresar a Leonardo Jara y al pibe Obando, en reemplazo de Buffarini y Carlos Tevez, dos jugadores que cumplieron con las expectativas del entrenador.

Después de la media hora de juego, Caracas intentó salir de la presión que le impuso Boca durante gran parte del período.

Por eso, los ingresos de Diego Castillo y de Echeverría, le dio otra dinámica al equipo, que salió decidido a buscar el descuento, sabiendo que desde Asunción venían buenas noticias.

Y a diez minutos del final, se produjo el regreso del juvenil Gonzalo Maroni, quien se había lesionado en el primer partido que jugó Boca, tras la reanudación de la competencia. No tuvo mucha participación en el juego, pero para Miguel Russo fue importante su regreso, porque lo considera importante para el equipo.