Donan dinero del delito a víctimas

Un juez penal de la capital federal ordenó vender casi 10 kilos de oro secuestrados hace 19 años en una causa judicial que culminó sin poder localizar a los damnificados y donar 56.000 dólares de lo recaudado a las “Madres del Dolor”, a otra ONG que ayuda a niños maltratados y a dos organismos judiciales que luchan contra el delito, en concepto de reparación de víctimas.

Se trata de Javier Sánchez Sarmiento, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 44. En una resolución de 105 fojas, dispuso repartir parte de lo recaudado a cuatro entidades, siguiendo los lineamientos de las leyes 27.372 sobre Derechos y Garantías de las Personas Víctimas de Delitos y la 20.785 sobre Bienes Objeto de Secuestro en Causas Penales.

Las dos ONGs beneficiarias de la resolución son la asociación Madres del Dolor, creada en 2004 y que nuclea a familiares de víctimas de delitos, y la asociación civil María del Rosario de San Nicolás, que trabaja desde 1993 con niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad.

El magistrado también dispuso transferir fondos a la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip) del Ministerio Público Fiscal (MPF); y a la Secretaría de Superintendencia de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional. Cada entidad recibió 14.000 dólares.

“Es la primera vez en 16 años que recibimos un aporte así. Estamos muy agradecidos al doctor Sánchez Sarmiento porque Madres del Dolor no tiene subsidios y sólo contamos con donaciones de personas particulares”, dijo Viviam Perrone, presidenta de la mencionada ONG.

Los 56.000 dólares son parte de lo recaudado por el Juzgado 44 tras tasar y vender en el Banco Ciudad los 9,780 kilogramos de oro de 18 quilates y los 76,5 gramos de oro 14 quilates secuestrados en un expediente judicial que tramitaba en el juzgado hace 19 años.

LE PUEDE INTERESAR

Se peleó con una mujer y atacó a pedradas una garita municipal

LE PUEDE INTERESAR

Investigan una muerte en Los Hornos

El hecho ocurrió el 11 de enero de 2001 en Mataderos, cuando un cabo de la Federal vio ascender a un taxi a dos hombres con una bolsa, sospechó y los requisó.