Despedido por Alberto F., Evo le dio fin a su exilio argentino y volvió a Bolivia

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VILLAZÓN, BOLIVIA

Evo Morales ya está de nuevo en Bolivia y volvió dándose un gran baño de masas, solo un día después de que su partido recuperara el poder y luego de casi un año de haberse marchado prácticamente en secreto ante la grave crisis que cortó su mandato de cerca de 14 años consecutivos de presidente.

Morales fue recibido como un gran ídolo popular por miles de eufóricos simpatizantes llegados muchos los rincones del país hasta Villazón, una tranquila y pequeña ciudad en la frontera con Argentina donde el expresidente hizo su entrada con aire triunfal.

El retorno fue radicalmente opuesto a su salida, cuando refugiado en su bastión cocalero de Chimoré casi nadie lo vio partir a México tras renunciar y aducir un golpe de Estado en su contra, mientras ganaban peso las denuncias de fraude electoral a su favor en los comicios de 2019, cuando había sido elegido para un cuarto mandato consecutivo.

Ahora, casi un año después, instantes antes de cruzar el puente que une Argentina y Bolivia, Morales fue despedido por el presidente argentino, Alberto Fernández, quien lo ha acogido en el país durante los últimos 11 meses mientras aguardaba a que su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), retornase al poder, como finalmente sucedió en las elecciones de octubre. “Es un día muy importante para todos, es muy lindo estar en La Quiaca con este motivo, que es garantizarnos que nuestro querido Evo Morales regrese a su patria, de la que nunca debió haber salido y nunca debió haber sido maltratado como lo fue”, dijo el jefe de Estado argentino al despedirlo.

Fernández acompañó a Evo Morales hasta la mitad del puente internacional Horacio Guzmán, que une ambos países y que comunica con la ciudad boliviana de Villazón. Previamente, habían compartido un desayuno y el exmandatario boliviano había sido distinguido con el título de profesor honorífico por parte de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de Universidad Nacional de Jujuy.

El líder aimara mencionó al expresidente argentino Juan Domingo Perón, al recordar que tuvo que esperar 18 años para volver a Argentina, mientras que él ha vuelto a Bolivia en menos de un año, 363 días concretamente. Para la rápida vuelta de Morales ayudó que la Justicia boliviana retirase la orden de captura que pesaba sobre el expresidente por terrorismo y sedición, a raíz de un audio cuya voz se le atribuye a Evo ordenando bloqueos para causar inestabilidad tras su salida del país.

El presidente Luis Arce, mientras, excluyó a figuras de su partido y optó por un gabinete político, con tecnócratas en áreas técnicas y líderes sociales pero no pudo contentar a las bases de su partido.

Ni bien juramentó a sus 16 ministros, militantes del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) que esperaron por horas frente a la casa de gobierno, manifestaban su malestar al grito: “¡El Alto se respeta!’’.

Ciudad vecina de La Paz, El Alto es la plaza fuerte del MAS y sus dirigentes habían reclamado seis carteras. “No vamos a permitir a paracaidistas (arribistas), no estamos de acuerdo con este gabinete’’, dijo un dirigente a voz en cuello que no se identificó.

No obstante, Arce excluyó a quienes trabajaron con el expresidente Evo Morales a pedido de su partido, que demandó “renovación”. (EFE/AP)

 

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