Masiva concentración en el Obelisco para tributar el último adiós a Maradona

Muchísimos hinchas, sin distinción de camisetas, se congregaron con banderas y entonaron cánticos de cancha dedicados al Diez

Edición Impresa

Miles de personas se acercaron espontáneamente ayer por la tarde al Obelisco porteño para despedir a Diego Maradona, que falleció ayer a los 60 años por un paro cardiorespiratorio, con fervorosos cánticos y llantos en el inicio de lo que serán tres días de duelo para conmemorar al mayor ídolo del fútbol argentino, “la alegría del pueblo”.

Desde primeras horas de la tarde, una multitud de hinchas se empezaron a congregar en la Plaza de la República donde colocaron carteles y banderas dedicadas al ídolo y se entonaron todos los cánticos de cancha dedicados a él.

“Enterarme la muerte de Diego fue un baldazo de agua fría. Vine a despedir al jugador más grande que existió”, dijo Jorge Pérez, que viajó desde Temperley hasta el Obelisco con una réplica de la Copa del Mundo que le prestaba a la gente para sacarse fotos y besarla.

“Fue la alegría del pueblo, eso es imborrable”, agregó.

En el Edificio del Plata una bandera que ocupaba todo el ancho del enorme edificio rezaba “eternamente gracias al más grande. Felices 60 Diego”, recordando el cumpleaños de Maradona, que fue el 30 de octubre y por el cual fue saludado por decenas de futbolistas y artistas internacionales en un video.

En el centro porteño las imágenes de Diego se replicaban a cada paso: en remeras, banderas, barbijos y tatuajes.

Si bien predominaban entre la gente las remeras de la Selección Argentina, Boca y Nápoli, los equipos que más identificaron a Diego, había gente con remeras de muchos clubes como Vélez, Belgrano, Chicago o San Lorenzo. “No hay grieta cuando se trata del Diego, el nos unió a todos los argentinos. Diego va a ser siempre de la gente”, aseguró Carlos Monti, de 70 años, que rompió la cuarentena estricta en la que estaba para despedir a Diego.

“Fue durísimo enterarme de la muerte, me llamó mi hija y no lo podía creer. Diego nos dio mucha felicidad, luchó contra los poderosos y nunca se olvidó de su origen. Fue la representación de la dignidad”, dijo el hombre entre llantos y con el libro “D10s. Miradas Sobre El Mito Maradona” de Julio Ferrer en su mano.

“Ahora me lo imagino volviendo a ser un ´cebollita´ reencontrándose con sus viejos”, dijo.

Un chico con una guitarra cantaba “ho visto a Maradona”, el mítico canto de la hinchada napolitana tenía dedicado a su ídolo en la década del 80.

En un de las pantallas publicitarias de la esquina pasaban el gol de Diego a Inglaterra en el Mundial 86 y la gente coreaba “ole, ole” ante cada gambeta del Diez y gritaban desaforados el gol ante Peter Shilton.

Danilo, a quien conocen como “Jesús” en la Iglesia Maradoniana y tiene 9 tatuajes de Diego en su cuerpo, contó que estuvo en “shock” por la noticia.

“Estuve en shock todo el día. No lo quería creer. Maradona es mi Dios, no creo en nadie más”, aseguró el joven y prometió hacerse el décimo tatuaje de Maradona para conmemorarlo.

Anoche, a pesar del fuerte operativo de seguridad, se produjo un desborde de público en la casa velatoria de La Paternal, donde prepararon el féretro con los restos de Maradona, que hoy serán velados en la Casa Rosada.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE