Viajar a los restos del Titanic será posible desde 2021

Sumergidos a 3.821 metros de profundidad en el mar del Norte desde 1912, los restos del Titanic forman parte de una leyenda y hasta ahora sólo tuvieron acceso a ellos científicos e investigadores. Pero las cosas prometen cambiar a partir del año que viene con la puesta en marcha de una iniciativa encarada por una empresa estadounidense: el inicio de las visitas turísticas submarinas al lugar del naufragio más famoso de la historia.

La noticia disparó las reservas y ya hay tres docenas de reservas para hacer el viaje a los restos del RMS Titanic desde distintos países del mundo. Otra demostración de que la historia del Titanic no sólo inspiró una de las películas más taquilleras de la historia, sino que continúa fascinando a millones de personas de todo el mundo.

La empresa estadounidense OceanGate Expeditions, con sede en el estado de Washington, tituló Titanic Survey Expedition a la iniciativa, a la que ya le puso fecha de inicio: mediados del año que viene.

Voceros de la empresa consideran que no hay tiempo que perder: es ahora o nunca, ya que la corrosión salina, la acción de las corrientes y las bacterias están sometiendo al buque a una rápida degradación.

Claro que formar parte de las expediciones tendrá sus requisito: el principal, desembolsar una importante suma de dinero para acceder a los viajes.

Así, los candidatos deberán parar 125.000 dólares (más de 10 millones de pesos argentinos) para participar de la aventura.

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Pero con eso sólo no alcanza. También deberán cumplir con el requisito de cumplir “estar en buena forma física y mental” para un viaje que promete ser exigente.

Los impulsores de las expediciones aportan algunos otros detalles: los viajes tendrán lugar entre mayo y setiembre del 2021. El primero zarpará en mayo de San Juan de Terranova, la capital de la provincia canadiense de Terranova y Labrador, y se extenderá una semana.

En esta primera travesía ya se sabe que irán a bordo alrededor de 50 personas, nueve de ellos turistas y los demás técnicos en operaciones submarinas y científicos entre los que se contarán biólogos y arqueólogos.

En primer lugar, los participantes pasarán tres días de formación antes de someterse a la inmersión. Este entrenamiento estará centrado en cuestiones de seguridad.

Después de esa introducción, los participantes, a partir del cuarto día y a lo largo de tres jornadas, formarán parte de misiones de inspección submarina de entre seis y ocho horas en la zona donde están los restos del famoso transatlántico.

Estas incursiones se llevarán a cabo a bordo del Titán, un submarino tripulado aerodinámico de fibra de carbono con capacidad para cinco personas diseñado por Boeing y la NASA, donde los turistas colaborarán en los estudios técnicos de los restos del naufragio que realicen los profesionales.

Los participantes tienen previsto, entre otras tareas, crear un modelo 3D detallado del naufragio y del campo de escombros del transatlántico, complementar el trabajo de otras expediciones científicas y técnicas, y documentar a través de fotografías y videos el estado del pecio y la flora y la fauna de la zona para compararlos con otros datos recopilados con anterioridad.

Esta no es la primera vez que OceanGate Expeditions proyecta alcanzar el Titanic, aunque en los dos intentos anteriores las expediciones fueron abortadas durante la preparación, por problemas técnicos.

Con todo, en esta oportunidad, los organizadores de la empresa aseguran que todo está a punto para que ésta sea un éxito.