Le dicen Tanque

"Él me sacó de abajo, yo estaba 'tirado' como se dice, como decía él y un día me dijo que iba a jugar de titular el sábado. Le regalé un gol y Diego empezó a confiar en mí". Las palabras de Nicolás Contín, apuradas, van de la mano con las emociones. Si Diego Maradona tuvo dos méritos tangibles, de esos que no se discuten, esos son Eric Ramírez y Nicolás Contín. Ya no eran pibes y el sistema los iba descartando de a poco. Y Maradona vio algo, llámese hambre, voluntad, ganas de crecer. Y ahí van Ramírez y Contín, más afianzado el primero, oblñigado a rendir examen en base a goles el Tanque No son cracks. Sí, son jugadores de primera división cuando pocos, casi nadie, creía en ellos. Maradona creyó y por eso Eric y el Tanque sin quizá quienes más lo lloran.

En cancha de Colón, Contín sentenció el partido. Le dio carácter de trámite a un partido que parecía de resolución cerrada. E hizo un gol de Tanque, porque pasó por arriba a Bianchi y a Burián con fe y confianza. Fue a anticipar con el pecho el pelotazo largo de Melluso, pasó por encima a Bruno Bianchi y definió de zurda con el arco vacío cuando eliminó la pobre respuesta del arquero (que en el primer tiempo había notado mlo duro que es chocar con Contín). Un gol bien de 9 de esos que te caminan por encima, que asustan por potencia. Esos delanteros que siempre hay que tener a mano, porque a veces la técnica y la velocidad no alcanzan y hay que "fajarse" como si fuera la zona pintada del básquet. No es Batistuta, difícilmente sea una venta millonaria, pero hoy Contín le dio la razón al cambio de Martini y Messera. Y le ofrendó al cielo ese gol, porque allá sonreiría quien lo sacó de abajo...

Gimnasia ganó bien en Santa Fe. Aprovechó los errores rivales y mostró la solidez de su columna vertebral Broun-Goltz-Ayala. Volvió a ser un equipo duro al que cuesta convertirle (369 minutos sin goles en contra, poco más de 4 partidos) en este tan menospreciado arte que es defender bien. "Los delanteros ganan partidos; las defensas ganan campeonatos" dice una vieja máxima del fútbol. La frase no quiere generar falsas expectativas, solamente reflejar que hay cosas bien hechas, más allá de que en los últimos minutos le llegaron demasiado e incluso con un inexplicable contragolpe. Cosas que no hubiesen sucedido si Ramírez liquidaba el partido. Y ahí otro punto a tener en cuanta: mejorar la calidad de las contras. Este equipo con espacios puede lastimar mucho más allá de que la dupla hoy apuntó a tener la pelota y por eso juntó un rato en el segundo tiempo a Aleman, Pérez García y García. Gimnasia necesita al mejor Carbonero -el de las primeras fechas- y la evolución de Paradela para dar un salto de calidad. Hoy es competitivo, como no lo era hace apenas un año.

Y aplauso medalla y beso para Leandro Martini y Mariano Messera. Quieren al club. Ellos siempre están. Y aportan una buena dosis de sentido común, tan ausente a veces en el fútbol.