River pagó el precio de la doble competencia y apenas empató
Edición Impresa | 14 de Diciembre de 2020 | 03:23

River pagó el precio de la doble competencia entre las Copas Libertadores y Diego Maradona, y terminó llevándose tan solo un punto como local en cancha de Independiente ante Argentinos, tras la igualdad 1 a 1.
A los riverplatenses, con una formación alternativa, les alcanzó la “nafta” solamente para los primeros 45 minutos, que se jugaron con mucha intensidad y pierna fuerte, sobre todo para neutralizar algunos vestigios de buen juego exhibidos por los dirigidos por Gallardo.
Pero la falta de energía quedó puesta de manifiesto en la segunda etapa, cuando el muy bien trabajado equipo de Diego Dabove fue tomando el ritmo y por lo tanto su contralor, sobre todo después de los 10 minutos, cuando ingresó el delantero de 22 años, ex Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, del Federal A, Mateo Coronel, quien a la postre sería el autor del empate en su primer tanto tras cinco partidos.
Pero antes, durante esa primera mitad, cuando River fue superior, pudo mantener a Argentinos muy cerca de su arquero, Lucas Chávez, una de las figuras de la cancha, hasta que Rafael Santos Borré fue derribado dentro del área y Julián Álvarez se encargó de superar uno de los déficits del equipo de Núñez, los tiros penales. Iban 27 minutos.
Ocho minutos más tarde se produjo la lesión de Nacho Fernández, que con una lumbalgia tuvo que salir, lo que provocó un movimiento de piezas de Gallardo que lo acomodó rápidamente al equipo.
Lo que hizo el “Muñeco” fue pasar a Milton Casco, hoy como lateral derecho, al lugar de Fernández, y en su puesto original a Montiel. Hasta el final de la etapa se las arregló muy bien River con esa variante.
Pero en el segundo período ya no fue lo mismo, porque paulatinamente los visitantes se fueron apropiando de la pelota en base a intensidad, juego asociado y vertiginosidad para llegarle por los costados a River.
Y para ello no solamente fueron importantes Edwar López y Gabriel Hauche, sino también las subidas permanentes del ex Rosario Central, Elías Gómez por izquierda.
Sin embargo el tanto de la igualdad definitiva llegaría por la derecha, tras una triangulación muy efectiva y un centro atrás preciso de Hauche que Coronel conectó a los 21 minutos anticipándose a Bologna.
Esta conquista estimuló las apetencias de Argentinos que fue por más, aunque para contrarrestar lo que se veía venir, Gallardo apeló a su nuevo jugador fetiche, Jorge Carrascal, con el objetivo de recuperar el manejo del balón en la zona caliente de la media cancha.
Y fue Carrascal, con un tiro libre en el epílogo, quien a punto de hacer que River se llevara todo de Avellaneda, más incluso de lo que se merecía, pero Cháves, de 1,79 metros de estatura, voló como un gigante sobre el ángulo derecho para impedirlo con un manotazo salvador.
Y fue empate no más, más satisfactorio para los de Dabove que para los de Gallardo, que además se fueron preocupados por la lesión de Fernández pensando en el partido ante Nacional, en Montevideo. Por lo menos les quedó el consuelo de haber vuelto a convertir de penal como Montiel ante los uruguayos.
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