Justificadas protestas de vecinos por cortes o escasez agua

Las referencias negativas que se vienen sumando sobre el servicio de agua en la Región -por corte o escasez del suministro la mayor parte de las veces y, en otras, por mala calidad del agua que sale de las canillas- preanuncian un verano extremadamente complicado para la población, en la medida en que no puedan despejarse fallas que, como es sabido, no son de ahora sino que vienen desde muchos años atrás.

En las últimas horas se conocieron reclamos de vecinos de Berisso, a raíz de las cianobacterias que afectaron al Río de la Plata, que tiñeron de verde este fin de semana el tradicional canal Génova y que podrían estar “llegando” a los hogares a través del suministro de agua domiciliaria. Así lo aseguraron residentes de la zona de 13 y 157, que se mostraron preocupados porque el agua salía de la red con “olor raro, como a amoniaco”. En ese sentido, los usuarios presumen que el olor del agua de red podría deberse a la presencia de esas algas.

Durante el fin de semana faltó agua en barrios y localidades como Los Hornos, Tolosa, zonas del casco urbano y sectores de City Bell. A su vez, en los Hornos, vecinos de la zona de 75 y l31 dijeron estar privados de agua desde tres días atrás, sin recibir informes sobre ese problema por parte de la empresa a cargo del servicio. Algo similar ocurrió en el sector de 12 y 56 en Villa Elisa en donde dijeron estar sin agua, en tanto que un fenómeno semejante se presentó para vecinos de las plazas Moreno y Malvinas, con muy baja presión en sus residencias.

El listado de direcciones se extiende hacia otros lugares, como al barrio Sosba, privado de agua o con serias deficiencias en la provisión con las cuatro torres habitacionales ubicadas en la zona de 522 a 524, desde 29 a 31, privadas de suministro.

En los últimos siete días reclamos de igual naturaleza formularon vecinos de amplias zonas de Tolosa, Los Hornos, City Bell, Villa Elisa, San Carlos, Parque Saavedra, Villa Elvira y Barrio Aeropuerto en donde padecen por la falta de agua, algunos de ellos abastecidos en forma deficiente desde hace meses, según aseguraron los pobladores.

Se ha dicho últimamente aquí que, más allá de los conocidos problemas de captación en las plantas y pozos de agua para la Región, tal vez el problema más acuciante pasa por el estado de obsolescencia de las cañerías que integran el sistema de distribución domiciliaria.

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Está claro que sin una revisión integral de las cañerías domiciliarias -que incluya un estudio a fondo del calibre y del tipo de material con que deben estar construidas- no podrán aguardarse mejoras de ninguna naturaleza. La eventual mayor capacidad de toma y potabilización encontraría los mismos inconvenientes que hoy plantean redes que quedaron obsoletas, ante la mayor demanda propia del crecimiento demográfico experimentado en las últimas décadas.

Asimismo, Absa debiera revisar a fondo el servicio de atención frente a las deficiencias que se presentan, ya sea por las grandes demoras con que se concretan las reparaciones como, también, por el reguero de veredas rotas que dejan esas intervenciones de la empresa.

La próxima llegada de la temporada veraniega y la mayor demanda de agua que presentará la población obligan a la empresa a multiplicar sus esfuerzos. A su vez, el organismo de contralor deberá ejercer con eficacia el rol institucional que le corresponde, para garantizarle a la gente la plena disponibilidad del servicio.