Arrestaron al presunto autor del crimen del repartidor

Tras un año de investigación, la policía logró detener a quien considera el presunto autor del asesinato de Nicolás Pérez Gatti, el joven que realizaba delivery de comida y fue ejecutado por motochorros en la puerta de una casa situada en 81 entre 116 y 117. Se trata de un joven de 29 años que vive a pocas cuadras de la escena del crimen.

Se completó así el dueto sospechoso, ya que días pasados fue arrestado un adolescente de 17 años pero quedó en libertad, mientras se espera que decida sobre su situación la Justicia de Menores.

El horror se desplegó en la noche del sábado 5 de octubre de 2019. En un primer avance, antes de que pasara una semana del asesinato, la Policía detuvo a dos menores de 16 y 17 años, pero en cuestión de meses se concluyó que no eran responsables del crimen en medio de un asalto.

Ayer, los detectives de la Dirección de Investigaciones de La Plata (DDI) realizaron un nuevo operativo en una vivienda situada en inmediaciones de 92 entre 127 y 128, El Carrnen (Berisso) y le colocaron las esposas a M. A. D.R. (29).

En otro operativo en la zona, ya habían arrestado al adolescente de 17 años.

Si bien los dos jueces que intervienen en el caso confirmaron las detenciones de los dos aprehendidos, solo la del mayor se hizo efectiva, mientras que la del menor por ahora está en suspenso, sujeta a resolución de la Cámara de Apelaciones.

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Una fuente de Tribunales reveló que el juez de Garantías del Joven Guillermo Mercenaro hizo lugar al pedido de detención formulado por la fiscal del fuero de Responsabilidad Penal Juvenil Sabrina Cladera para el menor sospechado por su participación en el hecho, pero como su defensa había solicitado una eximición de prisión con anterioridad a la captura (en primera instancia denegada), el imputado seguirá libre hasta que la Cámara resuelva esa cuestión.

La representante del ministerio púbico también requirió la detención del otro detenido, mayor de edad, quien sería indagado en las horas siguientes en la fiscalía situada en 55, entre 9 y 10, explicó la fuente.

Esa detención fue confirmada por el juez de Garantías de La Plata que interviene en el caso, Agustín Crispo.

También se detalló que el mayor detenido sería quien accionó el arma de fuego que terminó con la vida del joven Gatti.

Ambos sospechosos están a disposición de la fiscal Cladera, porque al haber un menor imputado, opera como fuero de atracción el de Responsabilidad Penal Juvenil.

“COMO UN REGALO”

“Todavía no salgo de la sorpresa”, dijo la madre de Nicolás, Mónica Gatti sobre el arresto. “La mujer consideró que “es como un regalo de Navidad para nosotros”.

Gatti dijo estar sorprendida “de que arrestaran a esta persona y con la rapidez con la que se manejaron”, los investigadores.

“Me siento contenta porque lo detuvieron pero no me quiero ilusionar mucho porque con tantas idas y vueltas estoy un poco desilucionada con la Justicia. Pero estoy conforme con el trabajo de la fiscal de los abogados. Trabajaron mucho”, concluyó.

La noche del crimen una vecina de calle 81 y 116 pidió pizza y fatay en la pizzería “La Italiana”, situada a pocas cuadras. Atendió el llamado a la puerta, tomó la comida e ingresó por más plata para completar el pago. Al salir, se encontró con el cuerpo del repartidor de 21 años tendido sobre un charco de sangre. Había recibido un balazo en la cabeza.

Gatti fue víctima de un asalto en el que los ladrones tomaron los 500 pesos le habían pagado por una pizza y media, y tres piezas de fatay. El chico llevaba poco tiempo haciendo ese trabajo, con una moto que le había regalado el padre.

El hecho generó conmoción en la Ciudad y reavivó los reclamos del vecindario por la reiteración de asaltos. Así, se organizaron protestas callejeras en la cuadra donde Pérez Gatti vivió junto a su familia, su novia y sus amigos.

A la vez, en toda el área conformada por Villa Ponsati, Barrio Jardín, El Mondongo y Villa Progreso se registró una nueva forma de protesta: el piquete de alarmas. Aquella noche, los vecinos encendieron las sirenas de los aparatos con los que intentan proteger sus casas de los ladrones.