Un accidente con un muerto derivó en una nueva polémica por las audiencias virtuales

Los familiares y allegados de Emanuel Carllinni llevan un año y medio buscando justicia. Ayer se fueron de La Plata hacia Los Toldos, donde nació el joven que murió bajo un auto en 19 y 527, con una promesa de elevación a juicio del caso y masticando bronca por lo que presentaron como una decisión repentina de cambiar el formato de la audiencia a la imputada por ese siniestro a raíz de su presencia en la puerta de la Fiscalía.

El trámite en cuestión volvió a tironear posiciones en Tribunales, tras su irrupción como alternativa para empujar procesos penales en el contexto de la cuarentena.

La herramienta dividía aguas entre abogados, jueces y fiscales en aquellas primeras semanas de aislamiento, pero terminó imponiéndose. Tanto, que los familiares de la víctima del siniestro ocurrido el 24 de mayo de 2019 venían reclamando que se use esa vía para que pueda hablar la imputada, Aida Heredia (23).

“La fiscal dijo que debíamos esperar que pase la pandemia, para que la declaración fuera presencial. Habíamos propuesto que sea virtual y dijeron que no, que debía ser presencial”, contó Silvia Cirone, la madre del joven que murió en aquella esquina de Tolosa.

Ayer era el día en las cosas empezaban a ir por donde se reclamaba desde Los Toldos. Heredia fue citada a declarar y ante la puerta de la fiscalía Nº 14, a cargo de la fiscal “Marita” Scarpino, esperaba un grupo de vecinos de aquella ciudad, con carteles que recordaban a Carllinni y al reclamo de justicia.

Según indicaron la madre del joven y su abogado, Diego Lacki, esa presencia fue interpretada como un posible foco de violencia y se optó por cambiar el formato de la audiencia, hacia el terreno virtual, que antes se había negado.

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“Nos ha hecho algo aberrante. Después de 10 meses en que no le tomaba declaración por la pandemia, ahora le toma por Zoom porque la imputada dijo que tenía miedo porque estábamos los familiares afuera”, indicó Cirone.

La mujer rechazó que esa presencia indicara una posibilidad de agresión: “Jamás. Por el contrario. Somos gente pacífica, educada. No le íbamos a hacer daño a nadie”, dijo la mujer y se manifestó dolida por la incertidumbre que vivieron en la vereda de la cuadra de 55 entre 9 y 10. “Al pasar las horas de espera sin novedades, el abogado entró a ver qué pasaba. Recién ahí le informaron que como la acusada tenía miedo decidieron tomar la declaración por Zoom”, indicó la mujer y contó luego que “finalmente, la mujer habló y se declaró culpable. Entonces, la fiscal tomó la decisión de elevar la causa a juicio por homicidio culposo con dolo”, un delito que tiene una pena en expectativa de hasta 6 años de cárcel.

Según Cirone, su hijo menor volvía de trabajar en moto cuando se le cruzó un Peugeot negro que intentaba ingresar a la avenida 19, desde 527. Todo ocurrió a las cinco de la tarde.

El joven, trabajaba en una empresa de equipos para gimnasios situada en Ringuelet. Se había recibido de técnico en análisis de laboratorio y anatomía patológica. Iba por el tercer idioma en estudio y practicaba artes marciales y físico culturismo.