¡Es para vos, Diego!

El Beira Río prácticamente inundado por la lluvia caída en Porto Alegre amenazó con una segunda suspensión, pero no... A las 21:30 el agua dejó de caer, al menos en forma torrencial, y la pelota comenzó a rodar para que Inter de Brasil y Boca comenzaran a definir la serie correspondiente a los octavos de final de la Copa Libertadores que la semana pasada reprogramaron por la muerte de Diego Maradona, y cuyo ganador surgirá el miércoles de la semana que viene, tras la revancha de este 1-0 Xeneize en la Bombonera. Atento al resultado final está Racing, el conjunto de Avellaneda que el martes eliminó a Flamengo de Brasil y en cuartos de final se cruzará con el que se adjudique este cruce.

Con Andrés D’Alessandro como titular, el conjunto brasileño que tras la repentina salida de Eduardo Coudet quedó en manos de Abel Braga, se hizo cargo, y desarrollando un juego directo, a partir del traslado rápido de la pelota, llegó más y mejor en el tramo inicial. La escuadra Xeneize, repitiendo la idea de los últimos partidos, trató de presionar, y aunque con problemas para controlar la franja central, cuando pudo organizar algún ataque, lo hizo con Edwin Cardona como generador y Tevez a cargo de la definición. Las buenas intenciones le dieron forma a un juego dinámico, intenso y entretenido.

El trámite se equilibró en el último cuarto de hora de la etapa inicial, cuando Boca encontró el modo de recuperar la pelota, y aprovechando la velocidad de Sebastián Villa, por izquierda elaboró una serie de jugadas a la que en buena parte se sumó Frank Fabra. Villa llegó con todo a favor a los 30 minutos, aunque su remate se fue junto al palo de la mano izquierda del arquero, y repitió con el final de la primera etapa a la vista con un derechazo largo que Marcelo Lomba evitó con esfuerzo. Con el ingreso de Mauricio, un juvenil de 19 años, en lugar de D’Alessandro, el Inter buscó acelerar el traslado de la pelota, y con esto el local impuso un dominio que después de una peligrosa corrida de Villa, que volvió a equivocarse en la resolución, instaló el partido contra el arco de Andrada, con un par de situaciones de alto riesgo. La lluvia seguía cayendo con fuerza, y Boca resignaba el protagonismo del primer tiempo. Pero… Cuando parecía madurar la apertura del local, el segundo ataque a fondo de los Xeneizes mostró a Salvio en acción, por derecha, asistiendo a Tevez para que de zurda, apareciendo como un goleador, pusiera 1-0 en ventaja a su

equipo cuando se jugaban 17 minutos del complemento. Gol de Carlitos, quien festejó sacándose su camiseta 10 para mostrar una similar que Maradona vistió en 1981. Su homenaje a Diego.

El gol afirmó el juego del conjunto argentino, que ajustó las marcas en su última línea y pasó a controlar a un rival afectado emocionalmente, que se derrumbó. De repente, el Inter dejó de imponer condiciones, a punto tal que un posible aumento de Boca pareció más cerca que la posibilidad de la igualdad. En ese marco, un tiro libre que viajó por arriba de la barrera explotó en el palo derecho de Andrada, sin modificar el 1-0 que dejó con todo a favor de los Xeneizes con miras a la revancha del próximo miércoles.

Boca, que se instaló en los octavos tras haber ganado cómodo y en forma anticipada el Grupo H, por delante de Libertad de Paraguay, Caracas de Venezuela e Independiente de Medellín, una vez superado el cimbronazo que generó en el club, plantel y cuerpo técnico el fallecimiento de Maradona, intenta centrarse en su objetivo prioritario, la Libertadores, luego de haber cumplido el domingo último una buena actuación en la victoria sobre Newell’s en el torneo local, con una actuación descollante de Cardona.

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En Brasil, el equipo que dirige Miguel Ángel Russo recuperó a una pieza clave: Eduardo Salvio, quien dejó atrás una lesión muscular que lo marginó del equipo durante las últimas tres semanas, y estuvo en el ataque junto a Tevez, más Villa, quien por momentos dejó ver la imagen que lo consagró en la definición de la Superliga que el conjunto boquense ganó en un mano a mano con River.

Inter, segundo en el Grupo E, detrás de su clásico rival Gremio y por encima de Universidad Católica de Chile y América de Cali, de Colombia, quedó relegado en el Brasileirao tras una racha adversa de seis partidos sin ganar, con tres empates y tres derrotas, y aunque anoche en algunos pasajes expuso la estatura que le había permitido llegar a lo más alto en el certamen brasileño, la nueva caída lo dejó con un pie afuera de la Copa Libertadores.