Una dinámica cambiante, más violenta y va por lotes cada vez más amplios

Claudia Schvartzman, subdirectora del Instituto de Derecho Civil del Colegio de Abogados de La Plata, se especializa en la investigación y búsqueda de soluciones para los casos de usurpaciones que se plantean en la Ciudad. Marca la profesional que los episodios de toma de los últimos tiempos tienen una dinámica cambiante, por la cantidad de tierras que se ocupan y la violencia que se utiliza al arribar a la zona en la que desembarcan.

Se ha focalizado cada vez más en predios rurales grandes, de 4 ó 5 hectáreas.

Las tomas tienen dos modalidades predominantes. La espontánea, hecha por gente de asentamientos cercanos y con escaso grado de organización. Y la más novedosa, donde aparecen grupos organizados y dotados de una logística que incluye camionetas todo terreno, que lotean y ponen en venta las parcelas a través de Internet a precios muy por debajo de los del mercado.

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Grupos que lucran con la acuciante necesidad de vivienda de muchas personas, sobre todo en los mismos barrios periféricos que son objeto de las usurpaciones: según indica Rodrigo Martín, director del Observatorio Socioeconómico de la Universidad Católica de La Plata (UCALP) que estudió el grado de integración de los asentamientos platenses, en la mayoría de esos hogares conviven hasta miembros de cuatro generaciones hacinados en viviendas precarias y carentes de servicios esenciales.

Los precios del mercado y los que se ofrecen en las redes por lotes tomados contrastan notoriamente en la cotización de la tierra. En la megatoma de Los Hornos, por la red social Facebook se ofrecen lotes de 12 metros por 60 a 100.000 pesos y otro de 10 por 30 metros a 40.000 pesos. La propietaria de tres lotes en ese predio ocupado había puesto a la venta en 800.000 pesos un lote de 12 por 37 metros.