La Plata, a media máquina por las medidas de aislamiento

La ciudad de La Plata amaneció este martes con un ritmo mucho menor al habitual, con un panorama en la calle similar al de un feriado, tras los anuncios del Gobierno que instaron a determinados segmentos de la administración pública a no concurrir a sus trabajos por un período de quince días, como parte de las medidas de aislamiento social contra el coronavirus (ver nota). La determinación se suma a la suspensión de las clases en todos los niveles educativos hasta el 31 de marzo decretada el fin de semana.

En este sentido, los principales corredores del centro platense presentaban en las primeras horas del martes una visible merma con respecto al enorme flujo vehicular habitual y a la presencia de vecinos movilizados por sus quehaceres cotidianos.

Por caso, tanto en las formaciones del Tren Roca que llegaban a la Ciudad como también las unidades de las distintas líneas de colectivos circulaban con escasa cantidad de pasajeros. También las paradas de micro lucían hoy prácticamente vacías, a diferencia de las aglomeraciones que se registran cotidianamente.

Otro punto donde era visible el acatamiento a las medidas de aislamiento social que dispusieron las autoridades  era en el estacionamiento vehicular. Conductores que se comunicaron con este medio remarcaron que a diferencia de la lucha diaria por conseguir un hueco para aparcar el auto, "hoy se podía estacionar sin problemas".

La merma del caudal de vehículos también era visible en los principales accesos de la Ciudad como el Camino Centenario y las avenidas 520 y 44. En todos los casos, el tránsito era mucho más fluido y ligero que en los días anteriores.

Por el contrario, tal como ocurrió el ayer y durante el fin de semana, los supermercados mayoristas ubicados en la zona de la periferia platense volvieron a recibir un aluvión de clientes que procuraban cargar los changuitos para abastecer de mercadería sus hogares.

En sintonía con la decisión anoche del gobierno nacional, hoy la Provincia autorizó a que los empleados estatales mayores de 60 años, embarazadas, portadores de enfermedades consideradas de riesgo y progenitores con hijos en edad escolar no asistan a sus lugares de trabajo "quedando habilitados a llevar a cabo las tareas asignadas desde sus hogares, cuando ello fuere posible", en el marco de la pandemia del coronavirus.
 

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