En 5 y 59 están hartos de convivir con los autos abandonados
Edición Impresa | 19 de Marzo de 2020 | 03:17

Son un mal crónico del entorno urbano platense. Y si bien en los últimos años se lanzaron diferentes operativos para removerlos de las calles, nunca los terminaron de erradicar. Se trata de los autos abandonados en la vía pública, que generan suciedad, afean el entorno, interfieren en el tránsito y provocan inseguridad e inquietud.
Así lo plantean, por caso, vecinos del barrio de la comisaría novena, donde a los vehículos que están abandonados en la calle se le suman aquellos que están arrumbados en el frente de la seccional policial, al estar implicados en diversas causas judiciales.
Según describieron los vecinos que se comunicaron con EL DIA a través del WhatsApp, “en las cuatro esquinas de 5 y 59” se ven vehículos en situación de abandono. Por caso, una frentista aseguró que en calle 5 entre diagonal 78 y 59 y calle 5 entre 59 y 60, se ven vehículos que llevan varios años abandonados. Por lo que se advierte en las imágenes la gente los utiliza como depósito para arrojar basura, lo que configura un peligroso foco infeccioso.
“Nos piden que descacharremos y limpiemos nuestras casas, no solo por el coronavirus, también el dengue”, dijo, y en esos sitios se acumula “toda clase de alimañas”.
“Hace mucho tiempo que vivimos con esta mugre en las puertas de nuestras casas, la Municipalidad dice que a ellos no les corresponde hacer la limpieza, a la Policía menos”, remarcó.
Lo concreto es que nadie quiere coexistir con estas piezas que en cuestión de semanas o meses se tornarán refugio de alimañas o contenedores “sui generis” para basura, y por añadidura ocupan cada vez más preciados lugares para el estacionamiento.
La mayoría de esos vehículos no se pueden retirar sin antes notificar a los propietarios de los mismos, lo que conlleva un proceso que puede durar un tiempo prudencial. En los últimos años se han lanzado diversos operativos para remover estos vehículos de la vía pública. Por entonces se explicaba que con ello se busca “eliminar el riesgo de contaminación del espacio público que genera el deterioro de los líquidos (lubricantes, combustible, refrigerantes) del sistema mecánico y la posibilidad de derrame y circulación por los conductos pluviales”. Así como el esparcimiento de materiales plásticos y metálicos y el alojamiento de roedores y otros vectores de transmisión de enfermedades en las carrocerías.
Los autos abandonados no son los únicos que causan complicaciones en el barrio. En torno a la comisaría novena se amontonan decenas de autos implicados en distintos procesos judiciales (causas por choques o delitos) que no pueden ser removidos sin contar con el aval judicial. La comisaría octava, en Villa Elvira, es otro de los tantos “cementerios de autos” que se forman en la Ciudad. Algo similar suele verse en torno a la comisaría segunda de 38 y 8 y lo mismo en la quinta en 28 y 62.
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