Desesperación por la falta de agua en medio de la pandemia

Desde Absa atribuyeron las dificultades con el servicio a una avería en la usina Bosque, que ahora tratan de reparar. Hay fuerte angustia entre los usuarios por no poder higienizarse

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En medio de una pandemia que ya se cobró miles de vidas en el mundo y que se sigue expandiendo en el país, la principal medida para protegerse del virus es lavarse constantemente las manos con agua y jabón. Pero hay miles de vecinos de la Ciudad que no pueden cumplir con esa prevención porque de las canillas de sus hogares no sale una gota, en algunos casos, desde hace varios días.

“Es desesperante”, coinciden en señalar diferentes usuarios, cansados de llamar a Absa por una respuesta y no conseguirla.

Según indicaron fuentes de la prestataria a EL DIA, los inconvenientes con el suministro, que afectan por estas horas a diferentes barrios de La Plata están vinculados, una vez más, con una avería en la usina Bosque, que nutre de agua a un amplio sector del casco urbano y barrios aledaños. Anoche confirmaron a este diario que seguían las tareas para reparar la falla.

Este panorama genera fuerte preocupación en la Ciudad e instituciones como la Fundación Biosfera salieron a reclamar medidas urgentes a las autoridades provinciales y municipales ante la “sequía” (ver aparte).

Bordeando el casco urbano de la Ciudad, en los barrios más periféricos y en pleno centro. La escasez del servicio de agua potable no distingue por estas horas barrios ni montos de las facturas. La frase que más se escucha entre los damnificados es “nos dicen que nos tenemos que lavar las manos constantemente y no tenemos agua”.

Silvia Franco, vecina de 62 entre 28 y 29 contó que, en su caso, los problemas con el suministro vienen desde mayo del año pasado. Entonces fue cuando empezó a reclamar por las falencias del servicio de Absa. Sólo cuando acudió a los medios de comunicación recibió una solución que duró unos pocos días. Desde entonces, no tuvo más respuestas. Y el agua sale a cuenta gotas. Y eso cuando sale. “Días atrás vino el inspector de la Autoridad del Agua y justo se encontró con el de Absa, que iba a verificar la presión, que daba 4 cuando debería ser de diez”, comentó. La mujer, que vive con su hija que tiene una discapacidad, dijo estar atravesando un calvario en un momento en el que por el coronavirus es imprescindible este servicio y reclamó una solución urgente.

Un drama similar atraviesan en 3 entre 37 y 38. Norma, una vecina, contó que “este problema ya lo tuvimos en enero y ahora se volvió a presentar”. Dijo que desde el domingo que están con un “hilito” y sólo en las canillas de la cocina. “En el baño no sale nada y tenemos que andar cargando baldes por escaleras”, lamentó. La mujer, que dijo padecer un EPOC, resaltó que en el barrio “hay mucha gente mayor”, y enfatizó que en este contexto de gravedad ante el avance del virus, la necesidad de higienizarse es imperiosa.

Ana, una jubilada de 75 años de la calle 3 Nº1674 entre 66 y 67 clamó por una solución a la escasez de agua. “Ya no podemos seguir de esta manera. Cada vez menos agua. Hoy no hubo ni una gota”, dijo la mujer.

Según advierten los usuarios, el drama de canillas secas se retrotrae a “varios años atrás”, pero se acentuó el pasado fin de semana, lo que da lugar a la preocupación, puesto que no pueden cumplir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias en el contexto de la pandemia.

Edith, vecina de 1 entre 68 y 69, aseguró “que desde el domingo no tengo ni una gota de agua, no me puedo bañar y mucho menos lavarme las manos como piden los médicos”. “Encima tampoco se consigue alcohol en gel”, reclamó la mujer.

Otra vecina, Mabi, de 7 entre 64 y 65, expresó que “es una vergüenza que en medio de una crisis como la del coronavirus estemos sin agua”. “En realidad estamos hace tres meses con problemas graves de presión, y seguro acumulamos varios años con faltantes permanentes, pero desde el fin de semana acá no hay un hilo”, detalló. “Casi todos los vecinos tenemos más de 65 años, es decir, somos del grupo de riesgo”, contó Graciela, una frentista de 71 entre 7 y 8, donde reinaba la preocupación entre canillas secas y la imposibilidad de tomar los recaudos higiénicos que sugieren las autoridades en torno al virus.

Para Cristian, de 10 entre 69 y 70, “hoy deberíamos tener agua porque no hace tanto calor ni hay grandes dificultades climáticas, pero lamentablemente hace ya tres días que estamos falto de este elemento vital”. Atento a las precauciones que deben tenerse en cuenta, deslizó que “es terrible que pase esto ahora que hay que mantenerse limpio y con las manos bien higienizadas”.

También se registraban complicaciones con el servicio en 8 entre 68 y 69, 65 entre 5 y 6, 71 entre 7 y 8, 65 entre 17 y 18 y diagonal 620 entre 80 y 81, 8 y 68, 120 y 118, 120 entre 79 y 80, 4 entre 69 y 70, diagonal 73 y 67, 4 y 66, 59 y 17, 20 y 70, 532 entre 115 y 116, 4 y 64, 7 entre 71 y 72, 68 entre 4 y 5. 64 desde 122 hacia 121.

En La Plata la falta de agua ya es casi “endémica”. Desde el punto de vista técnico, especialistas y sindicalistas han atribuido las fallas en el sistema de distribución de agua a un mecanismo obsoleto, ya sea por una infraestructura de red antigua, que se “pincha” permanentemente por lo viejo de sus materiales, como por una obra que es fundamental para la operación -la planta potabilizadora de Punta Lara- y que inaugurada en 1955, ya no responde a la demanda de la población actual. “Tiene 65 años y fue pensada para que dure 25 años y para abastecer a mucha menos gente que la que se pretende abastecer ahora”, han explicado.

“No hay agua en las cañerías. Vivo con mi hija discapacitada y no nos podemos asear. Es desesperante”

Silvia Franco, Vecina de 62 entre 28 y 29

 

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