Multitudinario marco para la visita del Príncipe de Gales
Edición Impresa | 2 de Marzo de 2020 | 02:14

“Fue en el año en el que vino el príncipe de Gales…”.
La frase fue usada durante largo tiempo y hasta mediados del siglo pasado en La Plata, para hacer referencia a algún hecho ocurrido en 1925, porque precisamente, el 19 de agosto de 1925 fue el día en el que el protagonista de una conflictiva y novelesca historia que se desarrollaría años después y que fue llevada al cine en varios filmes, visitó nuestra ciudad, acontecimiento que sacudió a una gran parte de la joven capital de la Provincia.
El visitante era Edward Windsor, el príncipe de gales, pintoresco personaje, mujeriego y de estilizada figura que al mismo tiempo y por ser el hijo mayor de Jorge V, era el heredero de la corona británica, a la que varios años más tarde renunciaría para casarse con una conocida estadounidense dos veces divorciada, algo de inimaginable aceptación para la realeza inglesa.
El hombre era un personaje de mundo, un auténtico “dandy”. En aquella época desprovista de la tecnología actual en medios de comunicación, era no obstante el más mediático miembro de la realeza europea.
Aquí se lo citaba simplemente como “Eduardo”, quien había llegado varios días atrás a nuestro país.
Eduardo llegó a La Plata desde la ciudad de Buenos Aires en tren, acompañado por altas autoridades nacionales; en la estación de 1 y 44 lo esperaba el gobernador bonaerense, José Luis Cantilo, quien efusivamente le estrechó la mano cuando bajó de la formación ferroviaria que a las 11.40 se había detenido en el andén N° 3. El convoy estaba encabezado por una locomotora que en su parte delantera tenía colocadas dos grandes banderas, una de Argentina y la otra de Inglaterra.
El titular del Poder Ejecutivo estaba a su vez acompañado por todos los ministros de sus gabinetes, los miembros de la Suprema Corte, numerosos legisladores, autoridades de la Universidad y de la Iglesia local.
Las fuerzas policiales, con traje de gala, rindieron honores, mientras en las calles adyacentes a la Estación se había reunido una gran cantidad de un entusiasta público que quería ver y saludar al muy famoso visitante.
Tras saludar a Cantilo, el príncipe felicitó a los conductores de la locomotora y mediante un traductor resaltó la calidad del viaje que acaba de realizar desde Constitución.
Cuando salió por el acceso principal de la terminal ferroviaria, el más cercano a la calle 43, el público logró romper el cordón policial y acercarse al huésped para ovacionarlo, ante lo cual él agradeció con efusivos ademanes y una amplia sonrisa.
De inmediato, Eduardo y Cantilo abordaron la carroza de gala tirada por cuatro caballos que encabezó la larga comitiva con varios automóviles detrás; al iniciarse la marcha por Diagonal 80, EL DIA hizo sonar su tradicional y fuerte sirena para marcar la presencia del huésped.
Edward Windsor llegó a La Plata desde la ciudad de Buenos Aires en tren
Ya desde media mañana, Diagonal 80, desde 1 y 44 y hasta la Plaza San Martín, lugar por donde pasaría la larga comitiva hacia la Gobernación, estaba totalmente ocupada por una apretada muchedumbre entre la que podían advertirse centenares de banderas inglesas; el gentío era tal que parecía imposible que un vehículo pudiese transitar por la ancha arteria.
Desde los balcones y gran cantidad de techos de las edificaciones de esa arteria, mucha agente también esperaba ver pasar al heredero del trono británico.
Trabajosamente se logró llegar a la Gobernación en cuyo veredón se había montado un palco para el acto en cuyo transcurso de cantados los himnos argentino e inglés, se soltaron palomas y se realizó un desfile por calle 6 encabezado por boys scouts seguidos por efectivos militares.
Seguidamente se sirvió un almuerzo en el salón Dorado de la Casa de Gobierno, amenizado por una orquesta de ocho profesores y dos cantantes contratados en la Capital Federal.
Después de la comida, la comitiva, siempre encabezada por la imponente carroza, partió por calle 53 hacia el Bosque para que el visitante recorriera el Museo y después el zoológico, para posteriormente concurrir a una ceremonia en la Legislatura.
Finalmente, en la residencia oficial de la Gobernación se llevó a cabo un baile de gala.
Sobre esa fiesta, en su edición del día siguiente, EL DIA indicó que “la recepción realizada ayer en la residencia del Gobernador de la Provincia, en honor de Su Alteza el Príncipe de Gales, constituyó el acontecimiento social más brillante que se haya registrado”, hasta ese momento en La Plata.
Se aludía a la por demás pomposa ornamentación con la que había sido decorada la edificación para la fiesta que con la presencia de numerosos invitados porteños y de la alta sociedad platense, se desarrolló desde las 16.30 “hasta las primeras horas de la noche”.
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