Una perito volvió a complicar a Melina Cruz en el juicio

El juicio contra Melina Cruz por presunto “impedimento de contacto” entre Lucas Grippo y la hija que tienen en común siguió ayer en el juzgado correccional Nº 3. En la segunda audiencia declararon la perito de la Asesoría Pericial Verónica Silva Acevedo -que durante la instrucción entrevistó a Melina y a Lucas- y la psicóloga que atiende a Grippo desde 2015.

Como ya había pasado en el juicio que tuvo al joven en el rol de acusado por violencia de género - en el que terminó absuelto- la declaración de la perito complicó a Cruz, ya que consideró que es “capaz de manipular cualquier situación con tal de salir favorecida”.

“La interpretación objetiva de la realidad se encuentra obturada por la contaminación de fuertes emociones y por trastornos del nivel de pensamiento que alteran el sentido de la realidad”, sostuvo en un informe previo.

En relación con el delito que le imputan a Cruz, la perito consideró que sería capaz de auto lesionarse para manipular y obstruir de este modo la revinculación de Grippo con la niña.

“No había espacio para pensar en la posibilidad de un régimen de visitas”, incluso monitoreado por un tercero, dijo, si la acusada planteaba que eso podía derivar en situaciones “extremas o siniestras”.

El delito en debate tiene una pena en expectativa de entre 6 meses y 3 años de cárcel, de modo que es en suspenso en tanto el condenado no tenga antecedentes ni reciba otra pena.

El debate seguirá el martes con los alegatos de las partes. “Este veredicto podría sentar jurisprudencia, si se condena a una mujer por impedir el contacto de un hijo con su padre”, dijo el defensor de Grippo, Ricardo Callabá.

Resta el juicio por un hecho que lo llevó a Grippo a la cárcel 59 días pero luego fue desligado: en junio de 2019, Cruz lo denunció por un ataque con una trincheta, en la calle.