Crimen en La Loma: con la autoría casi resuelta, la duda es el móvil

La tarea de los psiquiatras forenses jugará desde los próximos días un rol fundamental en la causa que investiga el crimen del arquitecto Guillermo Bertolotti (60) y las heridas que sufrió su esposa Nancy Santoro (62) el último domingo en su casa de La Loma, en un hecho por el que está imputado el hijo de la pareja, Ignacio (28).

El estudio forense de la personalidad del hasta ahora principal sospechoso y detenido todavía no fue pedido ni por la Fiscalía ni por la defensa, pero fuentes de la investigación están convencidas de que ayudaría a develar la cuestión que sigue oculta: el móvil, las razones por las que presuntamente Ignacio Bertolotti vació el cargador de su pistola 9 milímetros en sus padres mientras ellos tomaban helado en el living de su casa de 29 entre 41 y 42.

El valor de esos peritajes radica en que su resultado podría redefinir la estrategia defensista, orientándola hacia la presunta inimputabilidad del sospechoso, dijo una fuente con acceso a la causa. En este punto mencionó dos palabras conocidas en expedientes de este calibre: “brote” psicótico.

Del otro lado, los instructores encabezados por el fiscal Juan Mennucci consideran que el caso estaría lejos de la figura de la inimputabilidad. “El fiscal está convencido de que Bertolotti actuó de manera premeditada, por esa razón llegó a la casa de sus padres con el arma” Taurus.

la palabra de la madre

La otra punta filosa que por estas horas tiene el caso es Nancy Santoro (62), la madre del imputado que se recupera de las graves heridas de bala sufridas y que por esa razón aún no pudo declarar ante el fiscal.

El testimonio de la mujer es otra pieza clave que permitiría desentrañar una supuesta contradicción. Es que transcurridas unas horas después del hecho se echó a correr la versión de que Santoro habría desvinculado a su hijo del episodio diciendo que él no disparó porque estaba en el baño.

LE PUEDE INTERESAR

Discapacitado protagonizó una fuga de película

LE PUEDE INTERESAR

En Los Hornos, a una mujer la tiraron al piso frente al hijo de 5 años para quitarle la cartera

Esos dichos entran en franca contradicción con las últimas palabras que su marido dijo antes de morir: “Fue mi hijo”.

La diferencia entre un testimonio y otro es que el de la madre no forma parte del expediente, al menos hasta que declare, mientras que el del arquitecto Bertolotti fue referido a dos personas antes de morir. Primero a una sargento de la policía que intentó asistirlo en el lugar del hecho y luego dentro de la ambulancia que lo trasladaba al Policlínico donde murió.

Lo cierto es que por ahora el caso está caratulado “homicidio calificado por el vínculo y tentativa de homicidio agravada”.

Como se ha informado, las últimas horas fueron adversas para el imputado, ya que la prueba de dermotest detectó rastros de pólvora tanto en sus manos como en la ropa que llevaba puesta al momento de ser detenido, y el peritaje balístico estableció que las balas que mataron a Guillermo Bertolotti e hirieron a Santoro salieron del arma Taurus calibre 9 milímetros de su propiedad, hallada en la casa.

Para los investigadores el hecho está resuelto desde el punto de vista técnico: descartada la intervención de extraños, como indicó el acusado el domingo a la noche, se reafirmó la hipótesis del “parricidio”

Pero, de nuevo, la sombra que no se corre está sobre la razón por la que Ignacio presuntamente abrió fuego y planteó la coartada de un asalto.

En las últimas horas el joven fue trasladado desde la comisaría cuarta -donde estaba detenido desde el domingo- hacia la alcaidía Pettinato, situada en Olmos.