El peso en las mochilas de los alumnos llega a superar el doble de lo recomendable

La carga máxima no debería ser mayor al 10 por ciento del kilaje del alumno. La sobrecarga puede derivar en lesiones en la columna

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Los más pequeños buscan entre las góndolas las de mejor diseño, la más “cool”, la que vieron en la tele. Y los grandes, papá y mamá, muchas veces se inclinan por la mejor relación entre precio y calidad. Pocas veces, en cambio, se repara en un detalle que para los especialistas es crucial: el tamaño y peso de la mochila, que aumenta conforme se la va llenando de útiles, libros y fotocopias.

Por eso, a pocos días del comienzo de clases, traumatólogos y kinesiólogos advirtieron que “la cronicidad del sobrepeso” de carga sobre las espaldas de alumnos y alumnas puede derivar en lesiones en columna y trastornos osteomusculares.

“Las recomendaciones internacionales señalan que el peso de la mochila no debería exceder el 10 por ciento de su propio peso: para un chico que pesa 40 kilos, una mochila debería pesar no más de 4 kilos”, explicó la Licenciada Eugenia Pollini, del Colegio de Kinesiólogos de la provincia de Buenos Aires, y advirtió: “Sin embargo, dependiendo de los requerimientos de cada escuela, la carga puede llegar hasta los 10 kilos: más del doble”.

Por esto, desde el Colegio provincial lanzaron la campaña de prevención lúdica e interactiva titulada “Yo cuido mi cuerpo”, desde la que se hace hincapié en “la prevención de lesiones en columna y trastornos osteomusculares bajo tres aspectos concretos: la importancia de la actividad física, el correcto uso de las mochilas y del uso de los dispositivos electrónicos”.

La recomendación es elegir una mochila que tenga acolchadas tanto las correas como la superficie que apoya sobre la espalda y que, en lo posible, tenga una tercera correa uniendo las otras dos, ya sea a nivel del pecho o la cintura, porque permite distribuir mejor el peso.

“Lo primero a tener en cuenta al elegir una mochila es que sea acorde al tamaño del chico; es decir, el borde superior debe quedar a la altura de los hombros y el borde inferior cinco centímetros por arriba de la cola”, han explicado desde el sector de traumatología del Hospital de Clínicas de Buenos Aires.

Aunque el uso frecuente de una mochila del peso y tamaño adecuado igualmente puede provocar dolores musculares en cuello y lumbares si el ajuste de las correas no hacen que descanse en el lugar correcto de la espalda.

Los especialistas explican que aún con el tamaño y peso adecuado, las mochilas no deben cargarse por más de 15 minutos: “Para tiempos mayores es cuando uno recomienda las mochilas con rueditas”, que también se indican para cuando es necesario trasladar un kilaje superior al 10 o 15 por ciento del peso corporal. Y señaló que como cualquier peso que tenga que ser levantado, los niños deben flexionar las rodillas cuando quieran ponerse una mochila depositada en el piso, “evitando doblar la cintura al inclinarse hacia abajo”.

La mochila siempre debe ir “pegada a la espalda”, por lo que se sugiere colocar los útiles más grandes y pesados en la parte posterior de la cartera. Un mal uso de las mochilas aumenta las posibilidades de padecer lumbalgias (dolores de columna lumbar) y lesiones osteomusculares. Mientras que el impacto físico de la sobrecarga se agrava con el sedentarismo y los malos hábitos posturales.

 

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