Escapó de la cárcel y fue recapturado tras meterse en el predio de una iglesia

La tranquilidad de la localidad de Olmos, acentuada con los alcances del aislamiento social se rompió sobre el final de la tarde de ayer con sirenas, ruidos de motores y despliegue de policías, a raíz de la fuga de un preso del complejo carcelario más grande del país, que fue recapturado a las pocas cuadras, tras ingresar al predio de una iglesia evangélica.

Según informaron fuentes de la Policía y el Servicio Penitenciario Bonaerense, el intento de escape fue protagonizado por un detenido de 22 años, identificado como J. B., quien está alojado en la Unidad 26, un centro con un régimen abierto, al que acceden los detenidos en el tramo final de la condena, ya cerca de retomar su vida en libertad.

Allí, los internos se reparten en un complejo de edificios similares a viviendas de una planta, rodeadas por un predio verde y separada de la calle y las viviendas vecinas por un cerco de alambres. El predio linda con las calles 47 y 197.

Según se informó, en circunstancias que están bajo investigación, el joven trepó por el alambrado y saltó hacia la calle.

Al parecer, huyó por 197 en dirección hacia la avenida 44.

En ese punto fue donde lo recapturaron entre policías de la comisaría de Olmos y agentes del Servicio Penitenciario.

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Según indicaron las fuentes de ese operativo, los vecinos de esa zona vieron pasar al joven y luego ingresar al predio de la iglesia evangélica situada en esa manzana.

Con esos datos, los policías ingresaron al predio y avanzaron hacia el centro de la manzana.

La iglesia tiene áreas libres a los costados y una cancha detrás, hacia la calle 45. Hacia el interior de la manzana aparecen los patios de viviendas particulares. Para allí iba el joven cuando fue interceptado por los policías.

Entonces, los efectivos habían montado un operativo que rodeó todo el perímetro de la manzana y los vecinos estaban bajo control de la fuerza policial. Según el informe al que accedió este diario, también se utilizaron perros entrenados para detectar rastros con el olfato.

“Los vecinos vieron que ingresaba alguien al predio de la iglesia evangelista y desde ahí se dirigía hacia los patios vecinos por el corazón de manzana”, relató una de las fuentes consultadas y añadió que a partir de eso “se verificaron las viviendas y se logró recapturar al preso en un lugar que está a dos viviendas de la iglesia”.

La Unidad 26 fue creada en 2002. Allí se aplica un sistema de “régimen semiabierto”, que se “caracteriza por mantener como eje de la asistencia y el tratamiento un ámbito de convivencia y autogestión delineado por bases del confesional católico y evangélico”, según informa el Servicio Penitenciario Bonaerense.

Allí, los presos pueden cursar la educación Primaria, el Secundario y disponen de facilidades para realizar una carrera formación profesional, universitaria y actividades laborales relacionadas directamente con el sistema educacional.

Según datos del Servicio Penitenciario, la cárcel de Olmos es la más grande del país, con un total de 3 mil internos en sus 4 unidades.

La Nº 1, con 60 pabellones repartidos en cinco pisos, es la que mayor cantidad de internos reúne.

La unidad Nº 25 solo recibe presos de más de 60 años y la Unidad Nº 22, está constituida por un hospital.

En febrero, hubo tensión en la Unidad Nº 1, con una revuelta de presos derivada de una pelea en vísperas del horario de visita de familiares.

La violencia se desató en un área de circulación del primer piso y derivó hacia un pabellón, con corridas y detonaciones de fogueo, según se informó.