Ladrones apuñalaron a un remisero, que manejó herido hasta la comisaría

Una patota asaltó de forma salvaje a un remisero de 43 años en un sector de Altos de San Lorenzo, y la Policía los busca de manera intensa luego de revisar las cámaras de seguridad colocadas en las inmediaciones. Fuentes oficiales le informaron a este diario que el hecho tuvo lugar en las últimas horas en la cuadra de 78 bis entre 17 y 18, una zona humilde del barrio, y que el chofer del vehículo de alquiler fue apuñalado en una pierna.

Desde fines del año pasado, en ese espacio de la vecindad los moradores reclaman por más seguridad y señalan a una banda de menores como los responsables de la mayoría de los delitos. En general, señalan que se cometen “más atracos callejeros que otra cosa”, aunque “no tan violentos” como el mencionado.

Sobre ese episodio, los voceros consultados revelaron que el conductor fue rodeado por varios delincuentes que lo amenazaron y exigieron la entrega de sus pertenencias. Uno de ellos iba armado con un arma blanca y la víctima denunció que le sacaron la billetera y el celular. No contentos con eso, antes de retirarse le propinaron un puntazo en el muslo izquierdo.

Herido y con esfuerzo, el hombre condujo hasta la comisaría Octava (situada en 7 entre 74 y 75). Personal de esa dependencia, tras tomarle la denuncia, lo derivó al Hospital San Martín. Un portavoz sostuvo que “la víctima estaba consciente, fue asistido y está fuera de peligro”. Mientras tanto, la Policía buscaba a los autores del ataque revisando las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en la zona, aunque también buscaban testigos que pudieran haber visto algo.

La causa fue caratulada como “robo y lesiones” e interviene la UFI N° 11, a cargo del fiscal Álvaro Garganta.

Robos y droga

Por otra parte, en las inmediaciones de 82 entre 18 y 19 denunciaron en las últimas horas que “un grupo de tres chicos” de entre 9 y 15 años mete miedo a los vecinos.

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En 77 y 15 los frentistas se suelen reunir para conversar sobre los problemas del barrio, y es otro de los sectores complicados.

“A los coches los abren para sacar todo lo de valor que haya, que, por lo general, es poco. Sin embargo, también han intentado meterse en vivienda amenazando a los dueños (entraderas) o por los techos (escruches)”, contó un morador.

Añadieron: “En la esquina de 77 y 16 bis suelen juntarse tipos que venden drogas. Más de una vez los vimos haciendo la maniobra de pasamanos, a la vista de cualquiera”.