La extensión de la cuarentena también enciende alarmas en el municipio local

La extensión de la cuarentena para la actividad comercial y de la construcción en nuestra ciudad despierta preocupación por la subsistencia del sector privado pyme y también enciende alarmas respecto a las arcas de la administración municipal, que viene registrando una caída de la recaudación del orden del 40 por ciento, sumado a una baja mucho mayor de los ingresos por coparticipación desde el inicio del confinamiento por el coronavirus.

Ayer se conoció el decreto nacional que extiende la emergencia hasta el 7 de junio en el área metropolitana, cuando el sector comercial y de servicios local, junto al de la construcción, mantiene 68 días consecutivos sin actividad. Desde el inicio de la emergencia sanitaria, en marzo pasado, la Comuna vino ajustando servicios para priorizar el pago de salarios y recibiendo asistencia por parte del gobierno provincial que, en los próximos días, al igual que otros municipios, buscará renovar.

Sin contar con la abrupta baja del ingreso por coparticipación provincial, la caída de la recaudación municipal viene siendo del 40 por ciento, afirman en el Ejecutivo local, lo que implica unos 175 millones de pesos mensuales. La drástica baja, que estiman que puede pronunciarse, obedece al parate masivo de la actividad comercial y, por lo tanto, su contribución de la tasa de Seguridad e Higiene, un tributo que representa el principal ingreso de las arcas municipales. Pero, también, advierten sobre el descenso en el cumplimiento de la tasa de Servicios Urbanos Municipales (SUM), que pagan los frentistas, y al que el propio intendente, Julio Garro, llamó a pagar a principios de mes con una carta enviada a los vecinos.

La situación económica de la administración local tuvo en abril y mayo la asistencia de fondos no reembolsables y créditos a tasa cero del gobierno provincial, que alcanzó, según el jefe comunal, para llegar “justos”. Sin embargo, advierten que, dado que las condiciones de cuarentena permanecen, ese auxilio deberá renovarse.

En abril, La Plata recibió de la administración de Axel Kicillof unos 29 millones de pesos en calidad de asistencia y otros 72, en términos de empréstito con el Banco Provincia, de una masa de 4.000 millones de pesos que se distribuyeron entre los 135 distritos bonaerenses.

En tanto, el 13 de mayo, la Provincia realizó un nuevo aporte, esta vez con una distribución realizada a través de un cálculo por recaudación de cada municipio, y asistió a la Ciudad por otros 132 millones, para afrontar los gastos de este mes. “Vamos a ver, por ahora llegamos justos”, había dicho Garro en ese momento.

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Ahora, se especula con la necesidad de requerir un nuevo ingreso por parte de los municipios, y, según las conversaciones informales que trascendieron en las últimas horas, implicaría un nuevo empréstito a distribuir entre los distritos de la Provincia. En caso de que se concrete, el nuevo crédito al que podría acceder la Comuna y el que ya obtuvo en abril deberían ser devueltos entre agosto y diciembre, salvo que en la Legislatura se sancione una norma que permita postergarlo para el ejercicio 2021.

JUNIO, EL MES MÁS DIFÍCIL

“Junio será el mes más difícil”, analizan algunos espectadores en términos de la necesidad de asistencia que requieran las administraciones locales por parte de la Provincia en este contexto. Es que se trata del mes en el que, además de las complejidades de la administración que acarree haber llegado –se espera- al pico de la pandemia, será el mes en el que deberá liquidarse el aguinaldo que se paga en julio.

En el caso de La Plata, por mes se requieren unos 270 millones de pesos para abonar salarios a unos 10 mi trabajadores, entre administrativos municipales y cooperativistas que están distribuidos en distintas áreas. A este número, deberá sumársele el extra de mitad de año. Se trata, no obstante, de una proyección que en todo momento resulta difícil de realizar, debido a la incertidumbre sobre el comportamiento de los contagios del COVID-19 y la duración de la cuarentena estricta en nuestra región.

El jefe comunal se mostró en las últimas horas dispuesto a ser más recortes en materia de la prestación de servicios para el mantenimiento del espacio público de los que ya venía realizando. Como viene publicando este diario, Garro había asegurado el mes pasado que la Comuna había dejado de bachear y reducido a la mitad el mantenimiento del servicio de luminarias públicas.

El domingo el Intendente volvió a mostrarse preocupado, fundamentalmente, por la situación del pequeño empresario platense, apremiado por la inactividad prolongada y la amenaza de desaparición. “De alguna manera, el municipio recortará de donde sea necesario”, concluyó.

Como viene publicando este diario, las entidades que nuclean a comercios y la construcción vienen estimando que en nuestra ciudad ya han cerrado más de 300 locales por la imposibilidad de soportar el parate y que unas 600 obras de distinto tenor se encuentran paralizadas.