La nueva ley de alquileres genera adhesiones y algunos cuestionamientos

Desde la Cámara Inmobiliaria Bonaerense confiaron que “en líneas generales” los convence la nueva ley de alquileres sancionada anteayer por el Senado nacional. No obstante, marcaron algunas disidencias. Y una de ellas apunta, nada más y nada menos, al monto final que deberán pagar los inquilinos: “Puede ser superior al que vienen abonando con el sistema actual”, advirtieron.

El vicepresidente de la entidad, Marcelo Babenco, dijo que “actualmente se aplica un 30 por ciento promedio de incremento anual, porcentaje que está muy por debajo de la inflación, y el inquilino firma un contrato sabiendo cuánto abonará el primer año y cuánto el segundo”.

“Ahora bien -continuó-, en la nueva ley, que implementa contratos de tres años, lo que nos parece positivo porque le dará estabilidad a los arrendatarios, estos sabrán el monto a pagar durante el primer año. El del segundo y tercero ahora surgirá de un índice que se obtiene a partir del IPC (inflación) y del RIPTE (remuneración imponible promedio de los trabajadores estables). Tomando el periodo junio 2019 - junio 2020, quien alquiló hace doce meses por 15 mil pesos, por ejemplo, ahora tendría un aumento bastante superior al 30 por ciento”, explicó.

“En el marco de una economía tan imprevisible como la argentina, ¿no otorgaría una mayor certidumbre el sistema vigente?”, se preguntó el dirigente del sector inmobiliario.

La nueva ley de alquileres, de acuerdo a la letra del proyecto que el miércoles trataron y aprobaron en el Senado de la Nación, prevé “beneficios” para nueve millones de inquilinos de todo el país.

Nuevamente, la oposición abandonó la sesión virtual con el argumento de que no se trataba de un tema vinculado a la pandemia de coronavirus.

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Cabe recordar que la nueva ley de alquileres sancionada anteanoche recibió media sanción por parte de la Cámara de Diputados en noviembre del año pasado.

En general, apunta a “flexibilizar las exigencias para los inquilinos de todo el país al posibilitarles presentar dos opciones de garantía y extender los plazos del contrato de dos a tres años”, destacaron legisladores que impulsaron la flamante normativa.

Puntos principales

Entre los cambios más importantes, la nueva ley estipula que el mes de anticipo y el depósito de garantía que se les exige a los inquilinos no pueden superar un monto “equivalente a un mes de alquiler”, en ambos casos. Hoy, generalmente son dos. Pero dirigentes del sector indicaron que “se suelen dar facilidades para abonar. Al reducirse a un mes, en cambio, los propietarios podrían pedir que se liquide en un solo pago”.

En otro orden, la nueva normativa contempla otras variables, además de un inmueble, para presentar como garantía.

En cuanto al reintegro de la garantía, la ley indica que “debe realizarse en efectivo al momento de la restitución del inmueble” y “al valor del último mes de alquiler”.

Como se dijo, el plazo “mínimo” de un contrato de locación deberá ser de tres años frente a los dos que rigen en la actualidad.

Punto crucial: para fijar el valor de los alquileres desde ahora solamente se admiten ajustes anuales, que deben seguir un índice conformado en partes iguales (50 por ciento y 50 por ciento) por el IPC (índice de precios al consumidor o, en buen criollo, inflación) y el RIPTE (remuneración imponible promedio de los trabajadores estables).

En línea con lo expresado a este diario por el vicepresidente de la Cámara Inmobiliaria Bonaerense, varios economistas opinaron que “atar el precio de los alquileres al avance de la inflación puede ser un riesgo para los inquilinos, teniendo en cuenta que en los últimos años aumentaron por debajo de la línea del IPC”.

Según datos del mercado -aseveraron-, en 2019 el incremento de los alquileres fue del 33 por ciento en promedio contra una inflación del 53,8 por ciento.

“Los más caros”

“Debate de economistas”, contestaron desde la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, para resaltar que los alquileres actuales son “los más caros de la historia en relación a los ingresos; siempre representaron hasta un 25 por ciento y hoy equivalen a la mitad del promedio salarial”, enfatizaron.

Otra cuestión medular son las expensas. Ahora el inquilino sólo deberá abonar las comunes, mientras que el propietario tendrá que hacerse cargo de las extraordinarias. “En los hechos, esto es así desde hace años”, aseveró el dirigente de la Cámara Inmobiliaria, aunque admitió que “está bien que se explicite en la ley”.

Un punto muy valorado desde la entidad es el que reserva “la intermediación” a un “profesional matriculado para el corretaje inmobiliario”.

Finalmente, se crea un “programa de alquiler social”.

“¿No es un riesgo atar el alquiler al IPC y a los salarios con una economía tan imprevisible?”