Entró a robar en una casa de su barrio y lo mataron dos perros

Los alaridos de desesperación que llegaban desde la casa vecina sacaron a un hombre de la suya, para ir a ver qué pasaba. Orientado por los gritos y con la ayuda de una escalera, se asomó por encima del paredón de dos metros y vio una escena que difícilmente olvide: dos perros tironeaban de un joven que, para entonces, apenas se movía.

Tenía 19 años y murió apenas ingresó en el hospital. La policía confirmó también que nada tenía que ver con los dueños de la propiedad en la que estaba, por lo que descuentan que “ingresó con fines ilícitos”, sobre todo al considerar que “tenía muchos antecedentes penales”, se informó oficialmente. Era del barrio.

El hecho sucedió cerca del mediodía de ayer en una vivienda de 85 y 27, en torno a la cual circularon versiones distintas. Algunas refieren que está habitada y los dueños habían salido, mientras otras aseguran que “sólo vienen a alimentar a los perros”.

Esas circunstancias habría aprovechado un joven al que las fuentes identificaron como Dylan Joel Nicolás Escudero, de 19 años, para trepar por el paredón premoldeado y descolgarse al interior de un patio, sin saber que no estaba desierto. Había allí un perro de la raza pitbull y un mestizo de porte mediano que, apenas lo vieron, se abalanzaron sobre él.

LA ASISTENCIA

Como se dijo, el primero en acudir en auxilio de Escudero fue un vecino que escuchó sus gritos, vio lo que pasaba y trató de dispersar a los perros tirándoles agua, táctica que no surtió el efecto deseado.

Con el paso de los minutos otros frentistas de la cuadra se fueron sumando a la escena y no faltó quien llamara al 911, aunque la repentina aparición de un móvil del Comando que patrullaba la zona apuró el operativo de rescate.

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En la casa de 85 y 27 sólo estaban los dos perros. La policía disparó para dispersarlos

Fuentes judiciales confirmaron que los “policías intentaron dispersar a los perros haciendo disparos al aire”, aunque desde la propia fuerza trascendió que abrieron fuego contra los animales, matando a uno e hiriendo a otro. Esto fue desmentido desde la Departamental La Plata, pero, en rigor, ni los vecinos saben qué pasó (ver aparte).

Después de eso, y a falta de otra posibilidad de acceder a la finca, “se extrajeron dos placas del cerco premoldeado que perimetraba la propiedad a los fines de tratar de ayudar al herido”, dijeron voceros de la Policía. Fue por esa abertura que lograron ingresar minutos más tarde los médicos del SAME, quienes al revisar a Escudero decidieron trasladarlo de urgencia al hospital San Martín.

Los voceros consultados por este diario coincidieron en referir que el joven ingresó con vida en la guardia, pero falleció poco después por las múltiples mordeduras que sufrió en las piernas y los brazos, siendo determinante una que le desgarró el cuello. Así lo detallaron los médicos que lo atendieron en el ex Policlínico, aunque el informe de la autopsia será determinante para la causa.

A esos efectos el cuerpo de Escudero iba a ser trasladado a la morgue local, para la necropsia que está prevista para las próximas horas.

LA CAUSA

Por lo pronto la causa se caratuló como averiguación causales de muerte y averiguación de ilícito, en actuaciones que se abrieron en la comisaría Octava bajo la instrucción de la fiscal en turno, María Eugenia Di Lorenzo.

“Ya se pudo confirmar que el joven fallecido no tiene relación con la finca y que habría ingresado a la misma con fines de ilícito”, concluyó el informe oficial.

Escudero, ampliaron los mismas fuentes, vivía a nueve cuadras de la casa en la que irrumpió cuando los propietarios no estaban y tenía varios antecedentes por delitos contra la propiedad, aseguraron a este diario.