La Plata ya acumula dos años de caída de la actividad económica

Entre enero y marzo pasados siguió la tendencia recesionista en la Ciudad. Una vez más cayó el poder adquisitivo en los salarios, lo que afectó de modo directo al sector comercial, y la actividad económica disminuyó un 7 por ciento respecto al mismo trimestre del año anterior. Los datos son el resultado de un estudio realizado por el Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial de la facultad de Ciencias Económicas de la UNLP.

El trabajo “Proyecto indicador de actividad económica La Plata” (IAELap), al que accedió EL DIA, concluyó, entre otros detalles, que la medición del primer trimestre de este año mostró más de dos años de caída consecutiva. Además, se midió enero, febrero y gran parte de marzo sin que todavía impactarán a pleno los efectos del aislamiento social, decretado por la propagación del coronavirus en el tercio final de ese último mes.

“La economía platense ya acumula más de dos años de caída ininterrumpida, arrastrada por los desequilibrios macroeconómicos, y hoy día, por el freno abrupto de la actividad producto de las medidas de aislamiento”, señala Nicolás Picón, Coordinador del IAELap (ver aparte).

En rigor, fueron varias las actividades que volvieron a registrar pérdidas, pero, de acuerdo al informe de Ciencias Económicas, los sectores más sufridos en ese sentido fueron el inmobiliario, la construcción y el comercio mayorista y minorista. Da cuenta, por caso, de la caída, el hecho de que las escrituras de compra-venta de inmuebles se redujeron en un 38,9 por ciento interanual en el primer trimestre de 2020, mientras que la construcción bajó un 27 por ciento.

Sobre la parálisis de la actividad inmobiliaria, se mencionó entre las motivaciones al “elevado valor en dólares de las mismas (que hasta ese momento no se ajustaban a la realidad de los potenciales compradores); el nulo acceso al crédito para vivienda y la merma de la actividad comercial y de ingresos de la ciudad”.

El comercio, la construcción, la administración pública y la industria manufacturera, se deduce del trabajo, son las ramas de actividad que mayor aporte hicieron a la caída: entre todas suman casi la mitad de lo que cae en total la actividad económica de La Plata. Las actividades comerciales caen, en parte, por la pérdida en el poder adquisitivo del salario, en tanto que el resto lo hace fundamentalmente por las restricciones a la circulación producto de la pandemia.

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Pero el sacudón no frena ahí. Una vez más, la gran mayoría de las ramas de actividad económica presentaron caídas, exponiendo con crudeza la dimensión del problema económico que ya mostraba la Ciudad en la antesala de la pandemia. Por debajo del sector inmobiliario y la construcción, como se dijo, los sectores que manifestaron el mayor achique en el primer trimestre, se ubicaron el comercio mayorista (-23,6 por ciento), el comercio minorista (-22 por ciento), la hotelería y servicios de gastronomía (-20,7 por ciento), la venta de autos (-17,1 por ciento), y el transporte (-10,5 por ciento).

En tanto que en el primer trimestre de 2020 los únicos que tuvieron un índice positivo interanual fueron Electricidad, Gas y Agua (5 por ciento) y Enseñanza (0,4 por ciento). Pero, justamente, este último sector es uno de los más castigados por la actual cuarentena, con la suspensión de clases y una altísima morosidad en el pago de las cuotas de las instituciones educativas. A esta altura, la única duda en el rubro es de cuánto será el desplome que marque el segundo trimestre del 2020.

La masa salarial real también tuvo un arranque de año para el olvido: cayó 3,4 por ciento. “La Plata es un municipio cuya actividad productiva depende en gran parte de los salarios de los trabajadores, quienes en los últimos años vieron disminuir su poder adquisitivo, en especial los de la Administración pública, con incremento salariales de 30% en promedio frente a una inflación de 50%”, advierte Picón.

El “Indicador de actividad económica de La Plata” es un índice que combina la variación en la actividad económica de todos los sectores productivos del municipio local ponderados por su participación en el Producto Bruto Geográfico (PBG) del Partido. Se explicó, asimismo, que las diferentes ramas de actividad se estiman en función de una encuesta representativa del sector comercial del Partido especialmente diseñada para ese fin y de un conjunto de información secundaria obtenida de diversos organismos oficiales. Los distintos índices de precios se toman de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del INDEC.

EN PICADA

La actividad económica en La Plata lleva ya dos años en recesión. Para dar con un indicador positivo hay que remontarse al primer trimestre de 2018, cuando la actividad creció 2,6 por ciento. Desde entonces, se sucedieron ocho períodos en los que el engranaje de la economía platense fue hacia atrás. El último trimestre de 2018 y el primero de 2019 fueron los que mostraron un mayor desplome, con -10,7 por ciento y -9,6 por ciento respectivamente.

El registro histórico muestra que ya en la antesala de la pandemia la recesión se venía acelerando: el último trimestre del año pasado la caída de la actividad fue del -2,2 por ciento, mientras que en el primero de 2020, como se dijo, alcanzó al -7 por ciento. Si se compara, a nivel nacional, el Producto Bruto Interno (PBI) durante el primer trimestre del año se achicó 5,4 por ciento, lo que el INDEC explicó por caídas en el consumo, inversión y comercio exterior.

Días atrás este diario dio cuenta de otro informe de que reflejaba un dato alarmante: en abril de este año, la actividad comercial en la Ciudad sufrió una caída del 67 por ciento respecto al mismo mes de 2019. Más de 6 de cada 10 negocios encuestados manifestaron una caída de las ventas durante el primer trimestre 2020 respecto del año anterior. Apenas un 14 por ciento aseguró que sus ventas aumentaron, y un 21 por ciento dijo que “no hubo variación”.

“La cuarentena profundizó la crisis que ya venía mostrando el comercio platense”, recalcaba el estudio. Desde entonces, dicha caída se ha ido profundizando mes a mes. Y las medidas para evitar la propagación del COVID-19, con más restricciones a la apertura comercial redundarán, al decir de un referente del comercio local, en “el final para muchos”. El dato es abrumador: ya se habla del cierre de más de 800 locales en la Ciudad desde que comenzó la pandemia.

El último indicador en positivo de la economía local se dio en el arranque de 2018