Un tesoro familiar recuperado en Argentina y España

En este tiempo de introspección y de búsquedas y exploraciones que alienta el “me quedo en casa” un numeroso grupo de primos, entre nietos y bisnietos de Paz García, una asturiana que emigró a nuestra región y formó aquí familia, estaba a punto de reunirse cuando estalló el virus que mandó a no salir.

Armado el grupo igual en las redes, uno de los primos, Pablo, que vive en España, les preguntó al resto si podía conseguir la receta de las deliciosas “masitas de la abuela Paz”; quería recrearlas allá, en esa parte de Europa también acuartelada, junto a su hija Lucía.

Desde City Bell, Guillermina Allende, otra de las nietas de Paz, que guardaba la receta, la volcó en el grupo y así, los descendientes de la abuela española cocinaron la preparación y recuperaron el antiguo sabor de la infancia. Todos subieron sus fotos de las recordadas masitas.

Generosa también hacia un público más extenso, Allende dio a conocer, a través de este diario, la receta de las “Masitas de la abuela Paz”.

A continuación, la transcribimos:

Ingredientes:

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200 gr de harina

200 gr de maicena

200 gr de azúcar

200 gr de manteca,

2 huevos

2 medidas de agua (usar como medida una de las mitades de la cáscara de un huevo)

1 cucharadita de esencia de vainilla

Preparación:

Tamizar la harina, la maicena y el azúcar. En el centro agregar la manteca desmenuzada, los huevos apenas batidos con el agua y la esencia de vainilla. Se comienza a unir todos los ingredientes con un tenedor y luego se sigue uniendo con las manos. Para estirar la masa no se usa palote; se cortan las masitas con forma de corazón y de rombo, se colocan en una placa y se espolvorean con azúcar. Cocinar en horno con temperatura media. Hay que ir controlando porque se cuecen muy rápido.