Poco movimiento en La Plata en la primera jornada de la cuarentena estricta

La Ciudad comenzó el mes de julio con una importante merma en el movimiento de vecinos en la calle debido a la entrada en vigencia del decreto presidencial que dispuso el endurecimiento del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) en todo el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que incluye al partido de La Plata. 

Para esta etapa de la cuarentena que se extenderá hasta el 17 de julio, que no es un regreso a la fase 1 pero que a su vez se aleja de la escasa flexibilidad que había en la fase 3, en la cual permaneció la región desde el mes de abril, sólo se permiten las actividades esenciales y la circulación de personas afectadas a esas labores, tal como era al principio, aunque por otro lado algunos rubros comerciales pueden trabajar mediante la comercialización online y el retiro pautado en el local.

A partir de hoy sólo se permite el desarrollo de los servicios esenciales como sucursales bancarias, prestaciones de salud, compra y venta de alimentos, funcionamiento de farmacias, veterinarias, ferreterías y aquellos locales dedicados a la comercialización de productos de aseo personal y doméstico, entre otras actividades ligadas a la seguridad, la justicia, y la limpieza urbana. 

Además, pueden continuar brindando servicios las ópticas, los médicos y los odontólogos con turno previo y para el seguimiento de enfermedades crónicas. 

Todo comercio minorista no esencial, se aclaró en el decreto que regula esta fase de la cuarentena para el AMBA, quedó inhabilitado para funcionar, aunque en La Plata la modalidad “para llevar” seguirá funcionando.

En este marco, la postal de los sectores comerciales era de calles semivacías y locales cerrados, un panorama que desvela al sector del comercio que ve un futuro oscuro ante la falta de ingresos que se extiende desde hace más de tres meses.

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La rigurosidad de los controles de circulación en todo el territorio platense obligó a que directamente muchos vecinos que no integran el segmento de trabajadores esenciales se queden en sus hogares. La escasa presencia de vecinos en la calle y la merma de la circulación vehicular eran una radiografía del impacto de las nuevas medidas de alejamiento.

Con la finalización del calendario de pagos a jubilados del IPS, que se extendió entre ayer y el lunes, también disminuyó considerablemente la presencia de vecinos en las sucursales bancarias y los cajeros automáticos, que se presentaban mucho más descomprimidos.

En tanto que en la periferia el escenario no era muy distinto. Tal vez con algo más de movimiento debido a la actividad de los comercios de cercanía y algunas industrias que pudieron seguir en funcionamiento.

Sin embargo, arterias comerciales de localidades como Los Hornos, City Bell y Lisandro Olmos eran corredores desolados.

Del mismo modo, las avenidas 44 y 520 en el oeste, y los caminos Centenario y Belgrano en la zona norte se encontraban hoy con una visible baja en la circulación de vehículos.

Lo mismo ocurría en las paradas de colectivos, debido a que sólo se permite el desplazamiento de personas que cumplen con tareas esenciales.