Otra movida en el Hipódromo para pedir las vuelta a la actividad

Trabajadores del turf realizaron hoy distintas protestas en reclamo de la reapertura de los hipódromos de La Plata, San Isidro y Palermo, cuyo cierre mantiene la actividad paralizada. La primera manifestación tuvo lugar al mediodía en San Isidro con más de un centenar de entrenadores, cuidadores, vareadores y peones, entre otros actores de la actividad. La segunda y de mayor envergadura, en las primeras horas de la tarde, se produjo en Palermo, donde los trabajadores hípicos cortaron la avenida Del Libertador, altura Olleros, para hacer sentir su reclamo por "garantizar la subsistencia de 80 mil puesto de trabajo", según algunas de las pancartas exhibidas. También en nuestra ciudad un nutrido grupo de personas se juntó en la zona de diagonal 80 y 116.

Otras de las consignas de los manifestantes fue el pedido de ayuda a los gobiernos de la Ciudad y la provincia de Buenos Aires para las familias dependientes de un sector sin ingresos desde que se estableció el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en el país por la pandemia de coronavirus. La última reunión hípica sucedió el 17 de marzo y desde entonces apenas hubo dos citas en todos el país: el 28 de junio en Entre Ríos y el último jueves en Tucumán.

En esa línea, ayer diputados bonaerenses de la oposición le reclamaron al Gobierno provincial que el Hipódromo de la ciudad de La Plata pueda retomar su calendario hípico, a través de una prueba piloto, sin público presente y bajo las medidas de higiene y seguridad correspondientes al Covid-19, con el objetivo de preservar miles de fuentes de trabajo. Se trata de una iniciativa presentada por los diputados de Juntos por el Cambio Matías Ranzini y Gustavo Velez.

La industria hípica es una actividad que actualmente genera alrededor de 100 mil puestos de trabajo directos y otros 300 mil indirectos, concentrando la Provincia de Buenos Aires un 80% de la proporción total.

“Hoy la situación de las carreras propiamente dicha es que están suspendidas, pero los hipódromos están abiertos para los vareadores de caballo, que con sus proto- colos y cuidados realizan su trabajo, entonces no difiere el poder realizar las carreras correspondientes aplicando los mismos protocolos, o aún más rigurosos siempre y cuando la actividad sea sin público”, expresó Ranizini.

A su vez, Velez dijo que la actividad del turf “no puede ser relegada producto de una visión minimalista, sino que desde que un caballo nace, hay trabajo alrededor de él, en su crecimiento, en su alimento, en sus medicaciones, en su entrenamiento, entre otras cosas, que son valores agregados que le dan hombres y mujeres que trabajan, que invierten, y que quieren hacer crecer a la industria”.

Por ello, desde Juntos por el Cambio solicitaron crear un plan piloto de forma “estudiada y cuidadosa” con el consenso de todos los actores del turf para que el Hipódromo de La Plata sea la prueba de ensayo de una vuelta cuidada a la actividad.