Ezequiel Tronconi: “Esta generación tiene un sentimiento de indecisión por un montón de cosas”
Edición Impresa | 30 de Julio de 2020 | 05:39

Ezequiel Tronconi llevaba ya una década como director teatral, y el cine, donde habitualmente trabajaba como actor, lo tentaba: “no me animaba”, sin embargo, a ponerse detrás de la cámara, hasta que al actor de “Germán, últimas viñetas”, “Astrogauchos” y “Ojalá vivas tiempos interesantes” lo tentó Juan Pablo Sasiaín, con quien había trabajado en “La Tigra, Chacho”: así nació “El encanto”, drama romántico con pizcas de humor que se estrena hoy en el canal de cable Cine.Ar (se verá a las 20) y que desde mañana podrá verse en la plataforma Cine.Ar Play, gratis.
Tronconi recibió el llamado de Sasiaín, porque “buscaba algo que venía viendo en mis obras. Y algo también de la ciudad: sus tres películas transcurren en pueblos, y quería algo más citadino, más moderno en lo estético”, revela el actor, protagonista de “El Encanto” y su codirector, en diálogo con EL DIA. La propuesta lo seducía, pero “no me animaba”, insiste. “Fue un poco como a mi personaje en la película, al que le cuesta tomar una decisión de animarse a algo”.
Tronconi se refiere a su Bruno, protagonista del filme junto a Juliana: ambos intepretan a una pareja de varios años, en la que ella quiere ser madre, pero él, como Tronconi, no se anima. Envuelto en sus inseguridades y miedos, Bruno comienza a tomar una serie de malas decisiones que pondrán en juego su relación.
Juliana es interpretada en el filme por Mónica Antonópulos, a quien, revela Tronconi, “conozco desde la adolescencia: yo canté en su cumpleaños de 15, tocaba en la banda de su primo. La conozco desde antes de dedicarnos a la profesión, pero después cada uno siguió su camino”.
Pero aunque la química ayuda “a la confianza para construir el vínculo”, la química fuera de cámara no necesariamente se traduce en la química en la película. Por eso, aunque Antonópulos siempre estuvo en el horizonte para hacer de Juliana, “faltaba ver si iba a funcionar la dupla: hicimos dos pruebas, una en un bar en Palermo. Hubo conexión, así que nos pedimos una cerveza y brindamos: Mónica era Juliana”. A partir de allí, la dupla construyó su relación en la cinta con ejercicios previos, para conectarse, que incluyeron meditaciones, varios minutos de mirarse a los ojos y otras técnicas.
El elenco del filme lo completan Boy Olmi y Andrea Frigerio, todos alrededor de este Bruno que duda, que “quiere disfrutar un poco más: tiene algo del eterno adolescente, tiene miedo a perder el encanto de la vida que lleva si se convierte en padre”. No hay obstáculos “mundanos” para su paternidad: no falta dinero, ni problemas de agenda, y el vínculo con su pareja es estable. El único problema es que Bruno no sabe si es el momento o no.
“Ese sentimiento de indecisión esta generación lo tiene por un montón de cosas”, explica Tronconi: es una época de ruptura de los grandes relatos, algo que, dice el actor y director, “no apareció conscientemente, pero ahora, viendo la película con un poco de distancia, y en este momento donde se está tratando de romper con ciertos mandatos familiares y sociales, se vuelve claro”.
“Estás de novio hace cinco años, ¿cómo no vas a tener un hijo?”, parafrasea el intérprete los pedidos de miles de padres a sus miles de hijos indecisos, que no quieren largar sus libertades por la paternidad. “Mis viejos me tuvieron a los 20 años, la gente se casaba a los 18… pero ahora estamos viviendo otro mundo. Entonces, me parecía que estaba bueno poner en duda si es el momento o no para ser padre”.
El tema fue lo que unió a Tronconi y Sasiaín para, finalmente, concretar su proyecto de una codirección: “La paternidad era lo que nos unía a los dos, cuando pensamos en temas para la película: los dos perdimos a nuestros padres, y ninguno de los dos es padre. Había una ausencia de padre que nos parecía que teníamos que tocar, que era una fibra sensible”, explica, y la temática hizo que, en las primeras versiones, “nos metimos mucho en el drama romántico. Pero de a poco empezaron a aparecer toques de humor: no queríamos que sea una película solemne, sino que uno se vea reflejado en estos personajes que se equivocan, que tienen estas inseguridades”.
Mientras Bruno transitaba sus inseguridades en la pantalla, Tronconi hacía lo mismo detrás del lente, en su primera experiencia como cineasta. “Pero confié mucho en armar un buen equipo y que sea un trabajo colectivo, como considero que es el cine”, afirma el codirector de “El Encanto”, que trajo a la mesa algunas ideas bien cinematográficas a la propuesta, como las escenas de intimidad en cámara lenta, “situaciones sensoriales, más metafóricas”.
También propuso un rodaje libre, con una premisa que debía afrontarse todos los días: “Cada día de rodaje teníamos que descubrir algo, algo que no estuviera en el guion, algo visual, algún diálogo, algún vínculo. Queríamos asumir que no es todo perfecto, y que hay belleza en la imperfección, en cada toma, en cada día de rodaje”, cuenta Tronconi, y relata que en ese marco de experimentación con el texto “el aporte de los actores hizo que la película crezca muchísimo en cuanto a los diálogos”. Tronconi propuso incluso no dibujar storyboards, sino que permitirle a la cámara “jugar libre, moverse entre los personajes”. El resultado es una película que tiene casi todas sus escenas filmadas en plano secuencia: “Eso nos dio un espacio impresionante a la hora de profundizar en las actuaciones. Los actores tenían mucha libertad de jugar con el tiempo en la escena y proponer cada uno su verdad. Fue un riesgo, pero creo que le da algo especial a la película”.
El estreno de “El Encanto” viene a sacar de la quietud pandémica al actor que, como todos, vio interrumpido su trabajo por la cuarentena (mostraba “Clara” en el Camarín de las Musas y “La fiesta del viejo” en el Metropolitan, y hubiera estado viajando a España a presentar la coproducción internacional “El año de la furia”, que transcurre en los años de la dictadura uruguaya).
Y aunque no se verá en cines (“obviamente está el romanticismo de poder ver el estreno en cines, con tus familiares y seres queridos… pero bueno, es lo que nos toca”, se resigna), Tronconi opina que el estreno en pantallas digitales “le va a hacer bien a la película. Veo que los estreno de Cine.Ar están llegando a mucho más público, tengo la esperanza de que la película va a llegar a todo el país. Y gratis”.
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