Durante la pandemia se come menos carne vacuna y el asado pierde terreno ante otros cortes
Edición Impresa | 9 de Julio de 2020 | 04:13

Mónica Pérez
mperez@eldia.com
La aparición del coronavirus impactó en la economía, pero también en hábitos argentinos tan arraigados como los asados, un corte que está muy rezagado en las ventas, aún con precios tentadores que lo ubican en $240 el kilo. Es que aunque la carne sigue presente en las comidas, desde el sector ya se habla de que en la cuarentena las compras son “racionales y tranquilas”.
Juan Carlos Marchan, al frente de una carnicería de la zona de 60, entre 8 y 9, señaló que desde que se impuso la cuarentena la gente lleva menos carne con hueso y lo que más se vende es la carnaza para milanesas que allí está a $290 el kilo.
“A mi carnicería venía gente de todos lados pero ahora esos clientes no llegan porque no se pueden trasladar”, contó con preocupación.
En ese comercio el asado está a $240, el kilo de nalga a $320 y tres kilos de bifes, $600. El comerciante aseguró que, consciente del difícil momento económico que atraviesan muchas familias, hace todo lo posible para mantener los precios de esos que son los cortes más vendidos.
Cuando a fines de marzo se dispuso el aislamiento social obligatorio, se produjo un boom de ventas en las carnicerías y desde muchos comercios se reconoció que se vendió mucho más que para las fiestas.
En ese momento la gente quiso aprovisionarse al menos para un mes y compró un poco de cada corte, fundamentalmente para llenar el freezer con milanesas, carne picada para empanadas, alguna carne para el horno y hasta alguna tirita de asado.
Sin embargo, las sucesivas extensiones de la cuarentena y la inestabilidad económica que se registró en muchos hogares empujaron a los consumidores a realizar compras racionales.
Según un estudio del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva), la “nueva normalidad” provocó modificaciones en el consumo de carne en el país, fundamentalmente en el esquema de compradores “racionales” e “impulsivos” y en lo relacionado a los lugares de compra.
De acuerdo al nuevo trabajo del Departamento Promoción Interna del Ipcva, el COVID-19 acentuó los problemas económicos y motivó que casi siete de cada 10 compradores de carne hayan visto reducir su nivel de ingresos durante la cuarentena.
De las personas que atraviesan esta situación, 84 por ciento se definió como comprador “racional” y el 16 por ciento se identificaron como comprador más “impulsivo”, cuando en un relevamiento encargado por el Ipcva a la consultora TNS-Gallup en 2008, 79 por ciento de los compradores eran reflexivos y 21 por ciento impulsivos.
Luis, responsable de una carnicería de la zona de 17 y 48, reconoció que la mayoría de sus clientes que antes iba casi a diario, ahora hace dos compras semanales, gasta en promedio unos $1.500 en cada oportunidad y lleva cortes que le permitan hacer varias comidas. El kilo de carne vacuna promedia los $400.
“El asado no sale como antes, eso que en algunas carnicerías hasta lo ponen muy barato para venderlo, pero la gente prefiere llevar para hacer milanesas, bifes, empanadas”, señaló el comerciante que también acusó recibo de la baja en las ventas. Además consignó que en los últimos 15 días la carne aumentó unos 20 pesos por corte, algo que también impactó a la hora de hacer las compras.
Según el Ipcva, dentro del segmento de los compradores racionales, 42 por ciento gasta más de $1.000 por semana y el 58 por ciento gasta menos.
Entre los compradores “racionales”, el 66 por ciento lo hace habitualmente en carnicerías y 34 por ciento en súper e hipermercados; y, entre estos últimos, 74 por ciento vio caer sus ingresos; contra 66 por ciento entre los que compran en carnicerías.
Vale destacarse que, en distintas carnicerías consultadas por EL DIA, reconocieron que desde que arrancó la cuarentena les favoreció ser el comercio de cercanía de personas que antes compraban en hipermercados y ahora optan por manejarse a pocas cuadras de su casa.
En relación a los compradores “impulsivos”, mientras aquellos que no planificaban sus compras de carne representaban el 36 por ciento de los compradores, hoy en día abarcan sólo el 17 por ciento del total.
Y, en la búsqueda permanente para lograr una mayor eficiencia en la relación precio-calidad, hoy ocho de cada 10 personas busca ofertas en productos cárnicos, en forma transversal en todos los puntos de venta.
En ese tema se expresó que la compra en carnicería pareciera estar siendo más problemática que en supermercados y, en este sentido, los problemas de precios son más nombrados por los compradores de carnicerías que por los compradores de supermercados.
De acuerdo al relevamiento de precios del Ipcva en el AMBA y el Gran La Plata, si bien las cotizaciones bajaron levemente y se encuentran en una meseta desde hace varias semanas, el precio resulta ser más elevado en las carnicerías, si se compara con los precios relevados de los servicios de venta online de las principales cadenas de súper e hipermercados.
En otro orden, el trabajo señaló que casi siete de cada 10 personas mantienen su lugar habitual de compra de carne vacuna durante la cuarentena; sin embargo, casi 30 por ciento de la gente tuvo que cambiarlo.
Los mayores cambios en las conductas de consumo se dan entre la gente que compra en el formato de súper e hipermercados, pasando a una compra de más proximidad, señaló el informe.
“Consumo tranquilo”
Carlos Riusech, CEO de Frigorífico Gorina, señaló al ser consultado por EL DIA que, sin ser alarmante, el consumo de carne está “más tranquilo” y lo ubicó a nivel anual en 50 kilos por persona.
“Es cierto que cambió la forma de comprar de la gente, además de que julio es de baja estacionalidad para el asado, al no haber actividades sociales se pronuncia aún más la caída de ese corte”, apuntó el empresario que anticipó que se estudian algunas acciones comerciales para estimular las ventas de diferentes cortes.
En cuanto a la exportación de carne, Riusech indicó que se mantiene la volatilidad de los mercados internacionales.
“Después de la pandemia, China no está consolidada, Europa recién está arrancando con la actividad de los hoteles y restaurantes y, tras los brotes del virus, Estados Unidos está restableciendo su propia producción de carne vacuna”, agregó el dirigente.
Se destacó que el año pasado el 75 por ciento de las exportaciones de carne argentina fue con destino a China y que tanto Chile como Israel representan para Argentina solo un mercado de mantenimiento sostenido.
Julio es un mes de baja estacionalidad y sin actividades sociales se pronuncia más la caída, afirman
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