Increíble historia del monumento de San Martín y Bolívar: preconceptos, traiciones y miserias
| 16 de Agosto de 2020 | 20:46

La famosa entrevista de Guayaquil que se realizó en 1822 entre San Martín y Bolívar todavía hoy es tema de debate. Y también figura de un monumento que transitó por todo tipo de caminos antes de ser inaugurado, en 1938, en La Rotonda. En una entrevista que realizó este medio a Melvin Hoyos, director del Museo Municipal de Guayaquil, dejó su particular mirada de un suceso bisagra en la historia del continente. Hoy, en el 170 aniversario de la muerte de José de San Martín, un buen momento para compartirla.
"Soy miembros del instituto Sanmartitiano que el último tiempo se ha reactivado gracias a una gestión del ex embajador argentino en Ecuador. Hemos realizado varios trabajos de intercambio. Guayaquil es la única ciudad del Ecuador que le rinde más culto a San Martín que a Bolívar", arrancó Hoyos con la charla en su despacho, en la calurosa ciudad sobre el nivel del mal y recostada a unos de los márgenes del río Guayas.
-¿Por qué?
-Porque Bolívar llegó hasta aquí para anexar a Guayaquil a la Gran Colombia, mientras que San Martín le pidió, en la famosa entrevista, que le permitiese al pueblo la libre elección, pero no lo aceptó. Guayaquil ya era independiente y se extendía hasta la provincia de Esmeraldas.
-¿Entonces que sucedió?
-San Martín llegó con sus tropas desgastadas y le pidió a Bolívar ayuda para terminar de liberar a Perú. Y además que dejase al pueblo elegir si quería pertenecer a la Gran Colombia o no. Pero no quiso profundizar el caso aunque sabía de la injusticia tremenda que se estaba cometiendo. Entonces por eso la historia le ha puesto a San Martín el lugar que se merece en esta ciudad. Guayaquil es, además, el lugar donde deciden ambos libertadores reunirse por única vez y firmar la liberación de América entera. Estos antecedentes sirven para analizar el monumento que está en el corazón de la ciudad.
-¿Por qué se decidió la construcción de ese monumento?
-El pueblo guayaquileño había tenido un monumento ecuestre en 1885 de Simón Bolívar frente a la Catedral. La gran deuda era uno de San Martín.
- ¿Por qué no se levantó uno en aquellos años?
-Porque el partido bolivariano siempre estuvo muy vinculado con la política y era muy numeroso en Guayaquil. La comunidad no era la que estaba en contra de San Martín sino esta gente que concentraba el poder. Pero medio siglo después en el sitio donde ahora está el monumento el alcalde pensé poner uno de Antonio José de Sucre y ahí el pueblo entero se reveló. Pero todavía el partido bolivariano seguía teniendo mucho poder.
-¿Por qué esa resistencia a San Martín?
-Hay muchos celos en la parte norte de América. Aquí en Guayaquil estaba toda la documentación que Bolívar habia cometido horrores y por eso el partido buscaba apagar la devoción por San Martín. Y así evitar que el resto del Ecuador tomara esa iniciativa. Los personajes históricos siempre fueron utilizados como punta de lanza política, lo hemos visto en Venezuela, en Ecuador, en Argentina y en otros países. Por eso no extraña que esa gente se haya ocultado a San Martín.
-¿Y qué sucedió?
-En el año 1927 el consejo cantonal de Guayaquil dispone hacer, en lugar del monumento a Sucre. uno con el histórico encuentro entre ambos libertadores. Y contratan a un escultor español para que realice ese hemiciclo de columnas clásicas que está en el malecón. Se llamaba Francisco de Rovira. De inmediato se llama a concurso a escultores extranjeros para que presenten proyectos. Y sucedes cosas curiosas: las imágenes de ambos que fueron entregando eran amaneradas. Parecían dos homosexuales cogidos de la mano. Era realmente llamativo que todos hayan entregado proyectos así.
-¿Entonces?
-Como el municipio de Guayaquil no admitía esa postura rechazó todos los proyectos. Hasta que un escultor español, Antonio Homs envía tres imágenes. La primera fue rechazada por lo mismo, la segunda tenía un recargo de flores y por eso presentó una tercera;fue la escogida porque mostraba a San Martín y Bolívar con imagen marcial. Lo contratan por medio de un agente de un empresario español, Castilla, que vivía en Ecuador. Le piden que funda y modele el monumento. Le piden además, que incluya cuatro placas, dos batallas ganadas por cada uno: Maipú y Yapeyú por un lado y Pichincha y Carabobo por el otro.
-¿Cómo llegó la escultura tan grande?
-En barco, en plena guerra civil española. Fue muy difícil sacarla de allá. Había problemas en el Atlántico y Hitler dominaba el océano. Le costó mucho a Homs traerla a Ecuador. Tras varios meses llega y la van a ver los concejales. Ya estaba colocada. Pero cuando le sacan el trapo el presidente del concejo cantonal no la admite porque reflejaba la enorme diferencia de altura entre ambos. San Martín le sacaba varias cabezas a Bolívar. Además San Martín era fornido y Bolívar muy menudo. "No se paga", gritó. Y pidió que la devuelvan a España.
La historia se resolvió de la peor manera. Castilla tuvo que pagarle a Homs con su dinero porque el gobierno nunca quiso hacerse cargo del monumento, que permaneció durante más de un año en el lugar, tapada con trapos. Pero antes tuvieron que nivelar las estaturas. Sólo el intenso viento del río guayas un día la dejó al descubierto y, sin inauguración mediante, quedó a la vista de todos. Así, el monumento urbano emblemático de Guayaquil tuvo su tardío nacimiento, Promediaba la década del 30'. "Es nuestra torre Eiffel, el edificio de Pisa o la estatua de la Libertad".
"Un día un argentino muy querido por los guayaquileños, que fuera presidente del Filambanco, Oscar Gómez Centurión, me dijo alguna vez que este monumento debería ser motivo de una peregrinación constante en América Latina. Porque además es el lugar donde acordaron cómo sería la liberación de Perú, el último reducto español. Y en ese mismo puerto amarró San Martín para su único encuentro con Bolívar.
-¿Qué se sabe de ese encuentro?
-Poco. Después de eso San Martín viajó a Francia y allí murió. El único que habló fue el secretario de Bolívar, Olleri y una persona muy cercana a San Martín, Espejo. Ambos escribieron libros. En ellos algo se publicó. También hubo testimonios de una persona que tuvo tres encuentros con San Martín en París. Una de las cosas que le dijo es que en la reunión él le da el sable con la frase "yo quiero que en esta batalla luchemos hombro a hombro". Eso lo pinta de cuerpo entero. Pero Bolívar no lo aceptó y le respondió: "Yo no comparto la gloria". Esta fue una de las cosas más duras que le tocó vivir. Ese encuentro duró pocas horas.
-Entonces se limitó a luchar y se marchó...
-Sí, le entregó sus 1.200 hombres, que se sumaron a los 3 mil y pico de Bolívar. Ese ejército pudo vencer en las montañas de Perú al español, que contaba con 18 mil hombres. Pero antes Bolívar saqueó Guayaquil: hombres, comida.medicina y dinero. Por eso aquí siempre se va a reivindicar más a San Martín que a Bolívar.
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