Carlos Alberto Leveratto
Edición Impresa | 25 de Agosto de 2020 | 02:08

Berisso lamenta la pérdida de uno de sus vecinos más caracterizados. Falleció, a los 78 años, Carlos Alberto Leveratto, continuador del legado de sus mayores, que tanto hicieron por la cultura de la ciudad vecina, y referente destacado del Club Estudiantes de La Plata en ese distrito.
Había nacido el 3 de octubre de 1941 en Berisso, hijo de Domingo Leveratto y de Paulina Pavlovich. Creció junto a su hermano menor, Domingo.
Su abuelo, Doménico, un genovés que llegó muy joven al país, fue pionero de la cinematografía local; comenzó con un antiguo biógrafo y terminó inaugurando las principales salas de Berisso y Ensenada. A él lo siguió su hijo Domingo, y ya, como tercera generación, lo continuó su nieto Carlos.
Por la temprana muerte de su padre, Carlos se hizo cargo a los 20 años de los cines El Progreso y Victoria de Berisso y el Cine Social de Ensenada. Había completado sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de La Plata y se volcó por completo a proseguir con la iniciativa familiar.
Alcanzó a vivir varios años el esplendor de la actividad, cuando la gente acudía masivamente a una sala para disfrutar de películas. Pero con el correr del tiempo, las crisis que fue experimentando el país castigaron duro a la industria cinematográfica y el negocio de los cines, tanto de Berisso como de Ensenada, se volvió insostenible.
Igual, él no bajó los brazos. Advirtió que la actividad, sin deslindarse de lo cultural, podía reconvertirse y así, a principios de 2000, se reformaron las instalaciones, se ampliaron los escenarios y comenzaron a ofrecerse obras teatrales y recitales de artistas de nivel nacional.
Pero seguramente muchos lo van a recordar por sus aportes a Estudiantes de La Plata. Fanático del club, creó y presidió la primera filial berissense de la entidad, “Miguel Angel Lauri”. Además, acompañó en la gestión, desde la Comisión Directiva, al presidente Edgardo Valente.
Un amigo de toda la vida resaltó sus rasgos principales, lo describió con una “sonrisa permanente”, recordó su afectuoso apretón de manos, y subrayó su profunda sensibilidad y la pasión con la que encaró los proyectos culturales.
Se había casado con Susana Burgos y fue padre de Carlos y Cecilia. La sólida familia que constituyó se completó con la llegada de los nietos y supo disfrutar de ese vínculo tan especial, en su caso con Sofía, Francesca, Benito y Paulina.
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