María José Apecechea

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A los 55 años falleció María José Apecechea, partida que provocó numerosas expresiones de dolor entre quienes tuvieron la oportunidad de conocerla y la apreciaron por su personalidad alegre, abierta y bondadosa.

Junto a su hermana gemela María Alejandra – ya fallecida -, había nacido el 27 de septiembre de 1964 en La Plata. Sus padres fueron Roberto Apecechea y María Emilia Bergeonneau; creció junto a sus hermanos Jorge y María Gabriela.

Cursó los estudios primarios y secundarios en el Colegio Nuestra Señora de Luján, etapa en la que se hizo de un gran grupo de amigas con las que continuó viéndose a lo largo de su vida.

En el plano laboral trabajó en la Cooperativa Hogar Obrero, en el Gimnasio Marilyn y, en los últimos años, en la Fiscalía de Estado.

Estaba casada con Alfredo Absi, una unión que se basó en el respeto y compañerismo.

María José fue una mujer luchadora y de coraje que supo enfrentar los embates de la vida, sin embargo uno de los más tristes que tuvo que superar fue la muerte de su hermana gemela.

A pesar de todo mantuvo su espiritualidad intacta y una alegría que supo contagiar a su entorno, ya sea sus compañeros de trabajo o amigos. De personalidad abierta y sociable, le encantaba participar de reuniones, organizar viajes con sus amigas del gimnasio o encontrarse con “Las elegidas”, el grupo que siempre la contaba entre sus integrantes más activas.

Nunca le costó adaptarse a nuevos ambientes laborales y con su natural simpatía logró ganarse nuevas amistades como las que se hizo en la Fiscalía.

Sus sobrinos ocuparon una parte muy importante de su vida y, el amor de tía compinche que les entregó, fue correspondido porque ellos siempre la hicieron sentir como la tía preferida.

Además de pasear, en el tiempo libre le gustaba leer y compartir momentos con su mimada perra Mía, a la que llegó a consentir con todo su cariño.

También le entusiasmaba viajar, ya sea para conocer nuevos lugares, para descansar o recuperar energías. María José se caracterizó por sus agudos comentarios y sus salidas ocurrentes, esas palabras que propiciaban buenos y divertidos momentos.

Su partida deja un gran vacío pero el recuerdo de su esencia de mujer aguerrida y buena perdurará sin dudas.

 

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