Una alianza para garantizar la seguridad de la vacuna

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Varias farmacéuticas que trabajan en distintos proyectos para conseguir una vacuna contra la COVID-19 planean firmar un compromiso conjunto de no sacar al mercado ningún preparado sin haber garantizado del todo que sea seguro y eficaz, independientemente de posibles presiones políticas.

Entre las farmacéuticas que firmarán el documento se encuentran las estadounidenses Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, coinciden los dos diarios, mientras que el New York Times agrega que también compartirán el compromiso la británica GlaxoSmithKline (GSK) y la francesa Sanofi.

“Creemos que este compromiso ayudará a asegurar la confianza pública en las vacunas de la COVID-19 que puedan acabar siendo aprobadas”, indica el borrador.

La iniciativa busca apaciguar a quienes ven con escepticismo el rápido avance de los ensayos clínicos para desarrollar una vacuna, un proceso que normalmente dura varios años, y a quienes temen que esos proyectos puedan acelerarse por motivos políticos, en detrimento de la posible seguridad o eficacia del producto.

En Estados Unidos, los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades les pidieron a todos los estados del país que estén preparados para empezar a distribuir a finales de octubre o principios de noviembre una posible vacuna contra el coronavirus, en caso de que esta fuera aprobara.

Esas fechas, justo antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, despertaron temores entre algunos expertos en salud pública de que la Casa Blanca pudiera estar presionando para saltarse pasos en el proceso de aprobación de la vacuna, con el fin de potenciar las opciones de reelección del presidente Donald Trump.

“Realmente es posible que (la vacuna) pueda distribuirse antes del final de octubre, y eso estaría bien. Estaría bien no por las elecciones, sino porque queremos salvar a gente”, aseguró Trump durante un mitín en Latrobe (Pensilvania).

Dos de las farmacéuticas que firmarán el comunicado, Pfizer y Moderna, tienen ensayos de fase 3 activos en EE.UU. y ya están inoculando a miles de personas para probar la eficacia de su preparado.

Mientras, el proyecto de Johnson & Johnson está por comenzar sus ensayos de fase 3, y GSK tiene dos candidatas en la fase 1, una de ellas compartida con Sanofi, que cuenta con otro proyecto de vacuna en etapa preclínica.

El director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla, dijo esta semana que espera que su compañía tenga suficientes datos en octubre para pedir una autorización para uso de emergencia si los resultados de su estudio son positivos.

Según el New York Times, altos cargos de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA), de la que dependerá la aprobación de una vacuna en este país, se plantean también emitir otro comunicado conjunto para dejar clara la necesidad de fijarse en la ciencia, y no en otros criterios, a la hora de dar luz verde a la vacuna. (EFE)

 

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