Culatazos y amenazas en otra entradera en Zona Norte

Podría decirse que la quinta está situada en una suerte de cuádruple frontera entre City Bell, Los Porteños, Villa Elisa y Arturo Seguí. Es una de las pocas que sigue en pie en esa zona, antaño poblada por floricultores. En esa cuadra larga de 446 (calle Libertad) entre 135 y 137, el invernadero es el único que sigue en pie. Apenas hay dos casas más a ambos lados del asfalto: una está abandonada y la otra “es de fin de semana”, contó una vecina consultada por este diario.

El área tradicionalmente tranquila, cambió con la cuarentena y los infructuosos intentos de asentamientos ilegales en terrenos vacíos. Ayer por la madrugada, una familia de cuatro integrantes conoció esa coyuntura de primera mano, cuando otros tantos ladrones los sorprendieron mientras descansaban.

Lo que siguió fueron horas de zozobra y miedo a manos de los asaltantes, que no dudaron en utilizar la violencia para obtener lo que habían ido a buscar.

El incidente se suma a una serie de hechos denunciados por los propios moradores de una parte de City Bell, quienes decidieron marchar hasta la dependencia policial el fin de semana próximo.

GOLPES Y AMENAZAS

Conforme indicaron fuentes oficiales, el atraco tuvo lugar entre las 5 y las 6, en una propiedad de 446 entre 135 y 137.

La familia, compuesta por un matrimonio y dos hijos menores -uno es bebé- dormía sin saber que a pocos metros cuatro sujetos habían vulnerado la puerta de entrada y se acercaban con sigilo.

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Los despertaron a los gritos y al hombre lo hirieron de un culatazo en la cabeza. En medio de las amenazas vociferaban una frase ya conocida: “Queremos la plata”.

Dos estaban encapuchados y todos tenían armas. Por las voces y los rostros que se dejaron ver, los damnificados sospechan que “tenían entre 20 y 30 años”.

Según declararon las víctimas ante la Policía, no dejaron espacio del inmueble sin revisar. “Revolvieron todas las habitaciones buscando dinero en efectivo”, confió un vocero.

Finalmente, hallaron una suma no informada y la juntaron con los electrodomésticos y otras pertenencias de valor que habían seleccionado. Escaparon en el auto familiar, un Ford Fiesta Kinetic.

Minutos después de que se fueran, los dueños de casa alertaron a las autoridades. El herido fue asistido y su vida no corre peligro. En tanto, los pesquisas manifestaron estar “a la espera” de una orden judicial para avanzar con la investigación. “En estos días podría haber novedades, tenemos todo documentado e identificados a los autores”, afirmaron.

No lejos de ese lugar, la banda de “los misioneros”, que opera en 141 entre 438 y 443 pero también hacia la zona de las calles 141 de 443 a 446 y el barrio El Rincón, está acusada de los hechos de violencia que se suceden alrededor de las usurpaciones de terrenos y que incluyen incendios de casas, amenazas, cuchilladas y balazos.

A ellos se les suma “la banda de la maza”, que suele actuar también en la parte oeste de la Ciudad. Expertos en entraderas y oriundos del conurbano, se les achaca al menos tres robos.

ESTAMOS PODRIDOS”

En la zona norte, Arturo Seguí es uno de los sectores más golpeados por la delincuencia, pero no es el único. En Villa Elisa, Gonnet y Villa Castels, por ejemplo, aunque en un sector de City Bell la situación es apremiante, según le contaron los frentistas a este diario.

Más precisamente, “en el Barrio Quintas de Alvear, y por el Camino General Belgrano a 28 bis y desde el arroyo Carnaval a 465”, refirió Carlos Cabral, uno de los vecinos afectados por los “recurrentes hechos delictivos”.

Según explicó, “te roban en cualquier horario. Hay mucho asalto callejero a cuchillo o de motochorros”. Y ahondó: “Dos pibes que estaban con una moto en la plaza de 457 y 26, a las 19.30, vieron que una familia volvía a su casa y les robaron a punta de pistola una camioneta Nissan Kicks gris. Después con ese vehículo asaltaron a otro en 443 y 21. Hace tres días, a una mujer la atacaron cinco pibes armados, le quisieron robar el auto y como no pudieron le pegaron”.

Esa misma noche, un comercio de 462 entre 27 y 28 fue visitado por intrusos que “se asustaron” por algún movimiento y decidieron huir, no sin antes hurtar algunos elementos.

En la finca vive un matrimonio con dos hijos menores, uno de ellos un bebé de meses

“A mí me robaron un grupo electrógeno de adentro de mi casa, en 457 entre 24 y 26”, agregó Carlos.

Por otra parte, vinculó la escalada de atracos a que “no pasa un policía nunca, antes había una ronda permanente y pasaban cada 3 o 4 horas”.

Por toda esa situación descrita, culminó, “nos juntamos varios de los vecinos y planeamos hacer una movilización hacia la comisaría décima (emplazada en 14C entre 471 y 472), probablemente el sábado al mediodía. Estamos podridos, queremos una respuesta”.