El casamiento de Luis Novaresio generó un revuelo en la comunidad judía

El casamiento de Luis Novaresio con Braulio Brab generó un revuelo en la comunidad judía luego de que el periodista asegurara que, pese a no creer en el matrimonio ni pertenecer a esa religión, sellarían su amor frente a una rabina.

El conductor de Animales Sueltos aseguró este fin de semana que con su pareja tenían "pensado que nos case una rabina, que es Silvina Chemen. Me atrapa que sea una mujer rabina".

Sin embargo, horas después, Chemen negó esas versiones. "Desmiento esta información. Luis me ha entrevistado y hemos quedado en muy buenos términos. Supongo que de ahí imaginó que sería lindo que yo le imparta una bendición matrimonial. Pero no ha habido ninguna conversación al respecto ni es mi decisión realizar ningún tipo de ceremonia", lanzó.

Ante estas declaraciones, Novaresio eligió las redes sociales para expresarse al respecto con un artículo titulado "La copa se rompe, che" y al lado le sumó una tierna foto de él y su futuro esposo.

 

"Es muy raro escribir en primera persona. Mucho más hacerlo sobre algo tan personal. Pero creo que vale la pena para no herir a nadie ni dejar decir algunas cosas. Hace unos días comenté en una entrevista con Catalina Dlugi que nos encantaría casarnos con Braulio por el rito judío. Braulio no es religioso practicante pero sí tiene un enorme respeto y afecto por las tradiciones judías. Su familia es inspiradora en este sentimiento. Yo no soy judío, no soy creyente, pero me pasa algo similar a lo que le sucede a él", comenzó indicando.

Entonces, recordó que Catalina le preguntó detalles de su boda "en un diálogo de confianza y afecto" por lo que él se animó a mencionarle a una rabina que conoció periodísticamente y ante la que quedó "muy admirado por su inteligencia y conocimiento".

"Así surgió́ el nombre de Silvina Chemen. Para su tranquilidad, porque la vi hacer una entrevista periodística desmintiéndome, lo digo con sorpresa y con dolor, quiero decir que fue un acto de afecto el mencionarla porque la pensé́ desde desde esa admiración que le tengo", añadió.

"Nada hubo concreto. Nunca acordamos nada. ¡Si ni fecha hay, Corona mediante! Ni desafío en las reglas religiosas, ni atrevimiento, ni nada parecido. No hubo más que el deseo y el afecto. Aparentemente eso quedó desubicado", sumó en otro párrafo.

Y concluyó: "Y como creo que el deseo es el mejor arquitecto de la vida, les aseguramos que habrá́ fiesta, se romperá la copa y se bailará mucho, acompañados por los que sientan que abrirse a la diversidad y acompañar el amor en cualquiera de sus formas, vale la pena. Mazel tov. O como sea".

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