Murió Jorge Cupeiro, leyenda del automovilismo nacional

El automovilismo argentino llora la muerte de Jorge Cupeiro, uno de los mejores pilotos de su época, la década de los 60 y comienzo de los 70, verdadera leyenda del deporte argentino que ganó relevancia en el Turismo Carretera e integró la Misión Argentina con los Torino en Nürburgring. El Gallego tenía 83 años y falleció tras sufrir una dura enfermedad. Un repaso de su trayectoria permite establecer que logró 41 victorias en todas las categorías en las que participó, comenzando por el TC, donde corrió el mítico Chevitú.

Además de correr en la más popular de las categorías, en nuestro país Cupeiro fue protagonista en Turismo estándar, Anexo J, Turismo mejorado, Mecánica Argentina F1 y Sport prototipo. Esta última le permitió ser parte del Campeonato Mundial de Endurance, en los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires, entre 1970 y 1971, en el circuito capitalino. Cupeiro nació el 15 de octubre de 1937 en la Ciudad de Buenos Aires y en el deporte motor se inició corriendo en motos, vehículos sobre los cuales, entre los 18 y 23 años, compitió en las cilindradas 50cm3, 250cm3 y 350cm3, en Argentina y Chile, totalizando más de 300 carreras. Quienes lo acompañaron en aquellos tiempos cuentan que los domingos podía llegar a de correr en hasta cinco categorías diferentes. Pero ganó un protagonismo central en el automovilismo, donde tuvo el respaldo de otra gloria del automovilismo argentino, José Froilán González, quien le confió un auto de Mecánica Argentina F1 que era un chasis Maserati 4CLT al que le había colocado un Chevrolet 6. Esto sucedió en 1963, y su debut arriba de este monoposto tuvo lugar en la costanera de Santa Fe, con un segundo puesto, que mejoró semanas después ganando en Esperanza. Froilán fue luego determinante para que Cupeiro alcanzara los primeros planos manejando el Chevrolet Súper Nova, al que se recuera como Chevitú, y cambió la historia del TC. Ese auto, tal cual quedó referido, fue traído desde Estados Unidos. Debutó en 1964 en el Autódromo de Buenos Aires, donde abandonó por fallas mecánicas, aunque luego de esto que terminó siendo una anécdota, en 1965, festejó nueve victorias y le peleó el título a los hermanos Emiliozzi, de Ford, que lo superaron en la última fecha. Por sus destacadas actuaciones, Cupeiro fue elegido para la Escudería Automundo de Fórmula 3, un equipo argentino que participó en Europa en 1966 e incluso tuvo la posibilidad de correr en la Fórmula 1, aunque el ambiente no le gustó y por eso decidió volverse a la Argentina. Otro momento que lo instaló en lo más alto del automovilismo nacional fue su participación en la Misión Argentina que descolló en Nürburgring en 1969, una verdadera patriada con los Torino, equipo cuyo director fue Juan Manuel Fangio y responsable técnico Oreste Berta.

Entre 1960 y 1973, festejó un total de 41 triunfos, con el siguiente detalle: Tres en Turismo Standard (NSU,Alfa Romeo), nueve en Turismo Anexo “J” (Alfa Romeo, Porche, Jaguar, Torino), una en Sport (Jaguar), cuatro en Turismo Mejorado (Alfa Romeo, Fiat 1500), cuatro en Mecánica Argentina F1 (Maserati-Chevrolet, Trueno-Chevrolet), quince en Turismo Carretera (Chevitú, Liebre III-Chevrolet, Chevrolet 400), cinco en Sport Prototipos (Martos-Chevrolet, Baufer-Chevrolet).

Formó parte de la Misión Argentina que hizo historia con los Torino 380 W, en Nürburgring