En medio de la polémica, River quedó a un paso de la hazaña

River se hizo cargo ni bien la pelota comenzó a circular, con un perfil ofensivo que si bien lo caracteriza, esta vez fue más intenso. Atentos los laterales, para anticipar y salir; rápidos los volantes, para escaparle a los marcadores y resolver sin dormir la pelota; metidos los dos puntas, para buscar sin estacionarse... Palmeiras se apretó en defensa, dejando a Rony como punto de referencia para salidas rápidas, como la que a los 9 minutos lo dejó mano a mano con Armani, quien tapó abajo, y permitió una respuesta que finalizó con un pelotazo desde afuera del área a cargo de Borré.

Partido entretenido, verdaderamente, que se abrió a los 28 minutos, cuando tras un remate de Paulo Díaz, que el arquero sacó arriba, el tiro de esquina servido por De La Cruz posibilitó un cabezazo inatajable de Robert Rojas, uno de los que peor había quedado parado en oportunidad de la goleada 3-0 de los brasileños en Avellaneda. Era lo que había venido a buscar River, que para evitar la eliminación necesitaba dar uno de esos golpes que no son comunes a este nivel, y le significaba un envión que aprovechó para afirmar su predominio.

Palmeiras no mostró signos de recuperación, continuó metido contra su arco, sufriendo, y la salida por lesión de Gustavo Gómez le complicó más un panorama que en forma inexorable desembocó en el segundo gol de River cuando se jugaban 43 minutos. De La Cruz metió la pelota al área desde la derecha, no alcanzó a conectar Suárez entrando por el primer palo y Borré, de atropellada, y golpe de cabeza, firmó la anotación que definitivamente ponía en carrera a los Millonarios en un clima que a esta altura de la noche los beneficiaba por completo.

El segundo tiempo comenzó con polémica, porque un centro levantado por Angileri desde la izquierda, que Montiel conectó al gol entrando por la derecha, quedó en la nada porque los encargados del VAR descubrieron un off side que nadie había notado. Empezando por el uruguayo Esteban Ostojich, quien tras casi cinco minutos anuló la conquista de un River que continuó siendo una furia, desbordando a un rival sin fundamentos y expuesto al tercer gol.

Tan complicado quedó Palmeiras que desde afuera se empezó a esconder la pelota para restarle minutos al juego neto, y en consecuencia a la búsqueda de River. Increíble. Así defendió el local la diferencia mínima que le quedaba en una serie que le quedó servida en el primer cruce, e ingresó al tramo final en medio de una serie de jugadas discutidas. Se equivocó Roberto Rojas y una segunda amarilla le costó la expulsión, y sobre la media hora, tras llamado del VAR, el árbitro dejó en la nada un penal cobrado por falta sobre Suárez que Montiel se aprestaba a ejecutar.

Las interrupciones no ayudaron para nada a los Millonarios, que insistieron hasta el final e hicieron méritos de sobra como para llegar por lo menos a los penales. Un cabezazo de Paulo Díaz que tapó el arquero, el rebote aprovechado por Borré que explotó en un palo y esa tendencia continuó hasta que el árbitro marcó el final en medio de pelotazos al área, defensores desesperados y reclamos de unos y otros.

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