La angustia de los vecinos que pasan el verano sin agua: “Ya no damos más”

Con el correr de los días, y pandemia mediante, se agota la paciencia de los usuarios. Los Hornos, Tolosa, zonas del casco como 71 y 26 y 62 y 28, entre los más afectados. “Los tanques no cargan ni con las bombas”, dicen

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De “criminal” calificó la situación uno de los miles de vecinos que bajo un sol que raja la tierra y lleva al marcador del termómetro por encima de los 32 grados hace días que se encuentra “sin una gota” en su domicilio de Los Hornos. Al mismo ritmo del aumento de la temperatura crecen los reclamos a ABSA por la escasez o falta -según el caso- de agua en los hogares.

Nadie desconoce que el agua es un elemento vital, imprescindible para la salud humana pero también para numerosas actividades de lo cotidiano que son esenciales: se usa para cocinar, para el aseo de los ambientes, de la vajilla y enseres; el lavado de la ropa; y para la higiene personal.

De ahí que, por caso, en Los Hornos se esté viviendo desde hace unos días una experiencia dramática. Así lo reflejaron los vecinos de la zona de 65 y 139 y alrededores. Según aseguran el problema central es la escasa presión en la red de ABSA, falencia que hace que a los domicilios pase por las canillas apenas un “hilito” de la prestación.

En ese barrio hornense, en líneas generales, la escasez de suministro en la mayor parte del día obliga a los usuarios a interrumpir el descanso y levantarse de madrugada para poder cargar los dos o tres baldes que le permite la cantidad que reciben en ese inusitado horario los hogares. Con ese “acopio” consiguen cargar parte del tanque. Pero en estos días, con picos de calor extremo, ni siquiera eso.

“ES TERRIBLE AGUANTAR SIN AGUA”

Norma, una damnificada de esa zona, consignó que desde hace cuatro días padece las consecuencias de las canillas secas. “Me tengo que levantar a las 5 o 6 de la mañana para juntar dos o tres baldes con un chorrito, pero después no tengo más nada. Y con este calor es terrible aguantar sin agua. Pero a ABSA no le importa eso, sino cobrar los 1.200 pesos por mes que me llegan en la boleta para no tener agua”, puntualizó y advirtió: “no le vamos a seguir pagando por lo que no nos dan”.

Esa misma realidad se presenta en casa de Graciela. La usuaria contó que en este último tiempo el problema se agravó. “Estamos todo el día sin una gota de agua; a veces nos manejamos con una canilla que tenemos abajo, pero adentro de la casa no llega nada. No tenemos agua a la madrugada ni durante el día. Y hay que lavarse constantemente, lavar las cosas, las verduras”, apuntó.

El caso de Cristian también es alarmante porque el vecino tiene un bebé que demanda agua constantemente y porque su esposa trabaja en la red de salud y requiere de constante higiene personal y de lavado de ropa.

“Se complica mucho vivir con un bebé y sin agua. Hay que lavarle el chupete, la mamadera, la ropa. Él se ensucia mucho, también. Ni siquiera se puede lavar la ropa. Tenemos que recurrir a los familiares, pero no deja de ser un trastorno”, puntualizó.

Adriana, otra vecina afectada por la falta de agua en ese sector de Los Hornos, recordó que el problema es de hace “largo tiempo”, que ABSA está al tanto de lo que sucede y que no han obtenido respuestas favorables. En un detallado testimonio sostuvo que “hace dos años le hice una intimación al ente regulador. Ellos me mandaron una copia avisando que iban a actuar, pero no pasó nada. No hay nada de agua; el lavarropas no carga, la mochila de descarga del baño tampoco. Hace más de 25 años que estoy acá y tuvimos agua, pero cada vez sale menos”.

Otro testimonio lo brindó Fernando, vecino del mismo barrio. Señaló que “no hay nada de agua, el lavarropas no se carga si uno no se levanta a las 3 de la mañana. Y a veces ni así. No arranca. El tanque ya no se llena”

También resultó un sector crítico de La Plata por el drama de las canillas secas el de 62 y 28. Silvia, una frentista que dio cuenta de este inconveniente cotidiano, aseguró que “venimos reclamándole a ABSA desde julio de 2019 aunque el problema del agua arrancó mucho antes”. Por la falta de agua, dijo, “vi incrementar mi factura de luz porque no tenía presión y tuve que instalar una cisterna”.

La mujer expuso una serie de complicaciones que deben afrontar en esa zona de casco urbano como consecuencia de las falencias que presenta el servicio: “Las cañerías en el barrio están secas. Tenemos dos grandes pérdidas que son de febrero de 2020. Sin agua no se puede vivir y menos en medio de una pandemia mundial”, planteó.

ABSA ENCARA ARREGLOS

ABSA comunicó que continúa “con el plan de mantenimiento y optimización de la prestación del servicio en La Plata, Berisso y Ensenada”. Y que “las tareas de diferentes magnitudes atienden a las demandas de los usuarios tanto en el casco urbano de la capital provincial como en las ciudades vecinas”. La prestataria explicó que “este tipo de intervenciones implican una reducción en la presión durante el transcurso de las tareas”.

 

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