River puso todo pero el pibe Velasco le clavó dos golazos a Armani

Independiente venció esta noche a River Plate por 2-0 y lo privó de disputar la final de la Copa Diego Maradona, al celebrarse la última fecha de la zona A, fase Campeonato, del certamen que marcó la reanudación de la actividad futbolística en plena pandemia de coronavirus.

En cancha de Banfield, donde hizo las veces de local, el equipo ‘millonario’ ofreció otra imagen desdibujada, tras el duro golpe que sufrió a mitad de semana, cuando Palmeiras de Brasil le ganó por 3-0 en Avellaneda y lo dejó en “terapia intensiva” en la Copa Libertadores.

El conjunto del DT Marcelo Gallardo, que se jugará su destino en el certamen continental el martes venidero en San Pablo, se quedó al margen de la definición del torneo doméstico, luego de que Boca Juniors igualara 2-2 con Argentinos Juniors en La Paternal y se adjudicara la zona A, con 9 puntos.

El elenco de Avellaneda, dirigido en forma interina por Fernando Berón, quien reemplazó al cesanteado Lucas Pusineri, diseñó una merecida victoria con una superlativa performance de una de sus joyas de la cantera.

El chico Alan Velasco, de apenas 18 años, concretó un doblete (Pt. 24m. y 39m.) y mejoró la irregular prestación del ‘Rojo’ en una Copa que bien lo pudo haber tenido de protagonista.

En el arranque quedó en evidencia que la obligación era de River y la paciencia, de Independiente. El equipo del ‘Muñeco’ Gallardo asumió la iniciativa, con elástico dibujo 4-3-3, que dejó expuesto que en la mitad de la cancha había inferioridad numérica.

Entonces, el conjunto ‘rojo’, con la inteligente decisión del interino Berón de hacer jugar al pibe Velasco justo detrás del ‘9’, aprovechó las bandas para intentar llegar y generar peligro.

Así, a los 10m., el juvenil de 18 años dio un anticipo de lo que generaría después, con un remate ajustado que Franco Armani mandó al córner.

Casi de inmediato, el equipo de Nuñez dispuso de la situación más clara en ese primer capítulo, cuando el colombiano Borré remató desde el punto penal y el uruguayo Sebastián Sosa rechazó con los pies (13m.).

Independiente no tuvo tanto tiempo la pelota, pero la utilizó con inteligencia y mejor que su rival, con una figura desequilibrante: Velasco.

A los 24m., el juvenil mediapunta tomó la pelota en campo contrario, eludió a Leonardo Ponzio y despachó un disparo a media altura, que ingresó por el poste derecho de Armani para decretar la apertura.

El gol sacudió la mandíbula de un River, que quedó groggy y sin reacción. Encima, los errores defensivos iban a seguir complicando a River.

Así, sobre los 39m., la joya del ‘Rojo’, con mucha confianza, resolvió patear desde fuera del área y contó con la complicidad de Armani para convertir por segunda vez y poner una distancia inimaginable (0-2), pero lógica a la luz de los méritos de uno y otro.

El comienzo de la segunda parte mostró las entradas del uruguayo De la Cruz y del cordobés Suárez con la intención de torcer el destino del partido.

Sin embargo, más allá de bríos renovadores en el cuarto de hora inicial, River continuaba con ideas nubladas al momento de entrar al área rival.

Por el contrario, Independiente resolvió regular la historia. El ingreso de Domingo Blanco, precisamente, buscó otorgarle equilibrio al medio, junto al pibe Gonzalo Asís, y así aplacar el ritmo de un elenco ‘millonario’ que continuaba presionando, pero sin orden.

Hubo un disparo del colombiano Borre que pudo haber sido el descuento, pero Barboza restó sobre la raya. El centrodelantero ‘millonario’ tuvo otra ocasión propicia, con un frentazo, pero el balón salió desviado. Además, ‘Nacho’ Fernández estrelló un tiro en el palo.

Pero ese fervor fue desapareciendo, de a poco, e Independiente aprovechó los espacios que aparecían para continuar generando peligro a una defensa por demás insolvente.

Gallardo perdió los estribos, insultó al árbitro Diego Abal y se fue expulsado para dar cuenta de que River pareció perder algo más que dos partidos en los últimos cuatro días: una línea de juego que supo darle dividendos como a nadie en los últimos años.