Ecuador en llamas: fuerte tensión tras la masacre carcelaria

Militares requisaron el penal donde una pelea entre bandas rivales dejó más de 100 muertos. La oposición denunció que el sistema de seguridad fue desmantelado en el país

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QUITO

Soldados de Ecuador requisaron ayer la cárcel de Guayaquil donde una pelea de presos dejó esta semana 116 muertos, varios de ellos decapitados y mutilados, en la peor tragedia de la violenta historia penitenciaria del país, mientras forenses seguían las tareas de identificación de cuerpos y figuras de la oposición apuntaban al Gobierno por la matanza.

Dos días después de los enfrentamientos, y amparados por un decreto del presidente Guillermo Lasso que puso el miércoles al sistema carcelario del país bajo estado de excepción, soldados buscaron ayer armas y explosivos en la Cárcel Número 1 de la ciudad occidental y portuaria, conocida como Penitenciaría del Litoral.

En paralelo, una veintena de médicos legistas y técnicos disectores llegados desde otras partes del país a Guayaquil, el corazón económico del país, continuaron con las tareas de identificación de los cadáveres para poder entregarlos a sus familiares, decenas de los cuales aguardaban angustiados a las afueras de la morgue judicial de la ciudad.

Autoridades dijeron que la masacre del martes fue resultado de una pelea entre presos vinculados a bandas internacionales de narcotraficantes por el “control” de la prisión, un incidente que volvió a poner de manifiesto la severa crisis de superpoblación y violencia que aqueja al sistema carcelario ecuatoriano desde hace tres años. Otros 80 reclusos sufrieron heridas, agregaron las autoridades.

La trágica pelea de presos se vincula a bandas internacionales de narcos

 

En lo que va de este año, más de 230 presos murieron en este tipo de incidentes y el epicentro indiscutible fue el complejo penitenciario de Guayaquil. Pero la violencia no se limita a esa prisión; la ciudad misma es uno de los focos de la actividad delictiva del país por su carácter portuario. Desde agosto, en las calles fueron asesinadas más de 430 personas.

CRÍTICAS DE LA OPOSICIÓN

Políticos opositores y organismos de derechos humanos locales han achacado la crisis penitenciaria al desmantelamiento de numerosas instituciones, incluyendo ministerios, relacionadas con el sistema carcelario, decidida por el anterior Gobierno del presidente Lenín Moreno.

Además, Lasso, que asumió en mayo pasado, había prometido durante su campaña que reformaría el sistema penitenciario para evitar la superpoblación carcelaria y “acabar con las mafias nacionales e internacionales, que operan desde adentro”.

Según imágenes difundidas por la Gobernación de la provincia de Guayas (cuya capital es Guayaquil), cientos de miembros de las fuerzas de seguridad, entre ellos de unidades de elite, participaron del operativo conjunto entre militares y policías.

El estado de excepción decretado por Lasso durante 60 días habilita al ejército a entrar a las prisiones. “Es lamentable que a las cárceles se las pretenda convertir en un territorio de disputa de poder entre bandas delincuenciales”, remarcó el mandatario en Guayaquil, y aseguró que el Estado no cejará en su afán de “recuperar el control de la Penitenciaría del Litoral y evitar que estos hechos se repitan”.

Según algunos expertos, la crisis carcelaria empezó en 2018, con Moreno en la Presidencia, cuando una serie de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y grupos del crimen organizado y el narcotráfico en la frontera con Colombia marcaron una escalada en la delincuencia en el país y dejaron al descubierto la influencia de ciertos cárteles extranjeros, entre ellos mexicanos.

Ecuador es un país de paso para la droga que sale desde los vecinos Colombia y Ecuador hacia EE UU y Europa.

 

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