Otro audaz asalto a mano armada en un local del Centro

Son jóvenes; muy jóvenes. Y están abrigadísimos a pesar de los más de 20 grados que marcó el termómetro ayer al mediodía. Son dos y entran sin apuro en el kiosco de 8 entre 51 y 53, a pasos de la Legislatura de la Provincia (con custodia permanente) y a 200 metros de la comisaría Primera. Uno tiene gorrita con visera. El otro, un buzo con capucha que se pone mientras mira la heladera en la que se exhiben las bebidas y su compinche se rasca la nuca. En el local sólo están ellos dos, la chica del otro lado del mostrador- que los mira- y el ojo de una cámara que ellos ven, aunque poco les importe, y que los filma.

Menos de 10 segundos después de hacer su irrupción, ponen manos a la obra: el de gorrita cierra la puerta sin aspavientos, justo cuando el otro saca del bolsillo de su buzo un revólver con el que apunta a la empleada. Éste conduce a la víctima hacia el fondo y el otro saca la plata que había en la caja. Luego escapan caminando, igualito que como llegaron.

“No podemos creer la inseguridad que sufrimos todos los que trabajamos y vivimos en esta zona, de día y mucho más de noche”, se quejó Jenny, la dueña del kiosco, poniendo el acento en que “los diputados y senadores están llenos de custodios y a nosotros nos roban a toda hora”. Tras la fuga de los ladrones, los encargados del negocio comunicaron la novedad al 911 y más tarde radicaron la denuncia en la comisaría Primera, pero, por lo que se sabía hasta anoche, no hay detenidos.

Aunque los rostros no se ven demasiado bien, los autores del asalto serían menores. Los investigadores ya buscan material registrado por algunas de las muchas cámaras de seguridad públicas y privadas instaladas en los alrededores del lugar del hecho.

Este no fue el único robo que sufrió un negocio del microcentro por estas horas. Como se informó en la edición de ayer, dos sujetos se llevaron todo el dinero que encontraron en una financiera ubicada a poco más de una cuadra del negocio asaltado ayer. Sucedió el lunes, a plena luz del día, en “Mejor Crédito”, un local que funciona en 7 entre 50 y 51. Si no demostraron pruritos en acometer a la empleada a las 18.30 horas, tampoco les importó quedar filmados por las cámaras de seguridad del lugar y lo domos del Centro de Operaciones y Monitoreo de la Municipalidad instalados allí. Según refirió la víctima del hecho a las autoridades, después de que los sujetos ingresaron en el negocio uno de ellos se acercó al mostrador para pedir “un vaso de agua”.

En ese momento, la mujer, de 33 años, se encontraba sola en el sector de atención a los clientes.

LE PUEDE INTERESAR

Asesinan a un arquitecto para robarle el auto en Rosario

LE PUEDE INTERESAR

Cayó un joven con decenas de entradas en la comisaría

El 6 de septiembre un ladrón baleó al empleado de un kiosco en 54 entre 8 y 9

Con la sospecha de que esa visita tenía otros motivos, la trabajadora les respondió de forma negativa. Y los recién llegados dieron a conocer el verdadero motivo de su presencia en el lugar.

El que se había arrimado hizo el ademán de sacar un arma mientras le ordenaba a la joven que abriera la puerta. Ella volvió a decir que no y escapó corriendo hacia la planta alta.

Luego llamó al 911 para alertar lo que sucedía y también a su supervisor, quien llegó unos minutos después y observó que el local ya estaba vacío.

Sin embargo, cuando fueron a revisar la zona del mostrador descubrieron que habían roto la parte inferior del mobiliario para concretar el robo, y que faltaba todo el dinero en efectivo que tenían en la caja registradora, cuyo monto no trascendió.

Ahora esperan el peritaje de las imágenes para comprobar el delito e identificar a los responsables. Por el momento interviene, igual que en el caso de ayer, la UFI 9 de Autores Ignorados.

ZONA DE RIESGO

La inseguridad en el Centro fue tema de debate hace un mes y medio, cuando el empleado de un kiosco fue baleado por un delincuente que, luego se supo, gozaba de salidas transitorias y siempre robaba en la misma zona. De hecho, había sido filmado por las cámaras de varios negocios del Centro, sobre todo kioscos, pero no fue detenido sino hasta que casi mata a una persona y las imágenes se viralizaron en cuestión de horas.

Sucedió el 6 de septiembre en el kiosco 24/7, en 54 entre 8 y 9, en donde ingresó como si fuera un cliente, pidió caramelos, y, tras pasar del otro lado del mostrador arrinconó al empleado, Oscar de la Canal (49). Sin que éste se resistiera, el asaltante hizo tres disparos, uno de los cuales lo hirió a la altura de la pelvis. La víctima se salvó de milagro y el presunto responsable, apodado “Yeti” porque mide casi dos metros, fue atrapado cuatro días después cerca de la República de los Niños.