Con más peronismo, el Gobierno busca cerrar sus propias grietas

El Gobierno busca peronizar su campaña como una forma de “disipar muchas dudas” que producen grietas internas en el Frente de Todos –de acuerdo a lo deslizado por el jefe de gabinete, Juan Manzur- y, al mismo tiempo, recuperar votos propios de cara a las elecciones generales del 14 de noviembre. Ayer hubo un encuentro en la Uocra, en la que se firmó un acta-acuerdo para transformar entre 15 mil y 20 mil planes sociales en trabajo en el sector de la construcción, de la que formaron parte cinco ministros, funcionarios y sindicalistas, en otra puesta en escena de la mentada “unidad”.

Es que Manzur llevó sorpresivamente al encuentro, que tuvo lugar en la sede sindical ubicada en el barrio porteño de la Balvanera, al ministro del Interior, Wado de Pedro, que no estaba invitado originalmente y, pese a que no habló e intercambió mensajes con su celular, acompañó con aplausos a los distintos oradores del encuentro. El jefe de gabinete también estuvo acompañado por los ministros Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Claudio Moroni (Trabajo), Matías Kulfas (Producción), Martín Guzmán (Economía), el secretario de Obras Públicas, Martín Gill y funcionarios como Emilio Pérsico (secretario de Economía Social) y Fernando “Chino” Navarro (secretario de Asuntos Parlamentarios), estos últimos ligados al Movimiento Evita. También estuvo el titular de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban “Gringo” Castro.

Por el lado de la CGT, estuvieron los co-titulares Héctor Daer y Carlos Acuña, el ex triunviro Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), vinculado a las organizaciones sociales, Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingieri (Obras Sanitarias) y el piloto Pablo Birò, el único representante sindical de filiación kirchnerista. El folklore peronista lo aportaron militantes de la Uocra con cánticos hacia el anfitrión, Gerardo Martínez.

convenio

El motivo del encuentro fue la rúbrica de un convenio, denominado “A Construir”, que busca avanzar en la transformación de planes sociales en trabajo a través de capacitaciones previas a beneficiarios.

Estuvo presente también el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Iván Szczech, que hoy recibirá al Presidente en el marco de la convención anual de la entidad. El jefe de estado ofrecerá su discurso de cierre y también se referirá también a este programa que incluirá cursos de formación profesional e incorporación a los planes de obra pública a desarrollar en los ámbitos municipales y comunales.

Se trata de una iniciativa que el oficialismo buscará replicar en campaña en otros ámbitos, como la gastronomía y la textil. En mayo había lanzado una prueba piloto para que beneficios se incorporen a labores del agro en Entre Ríos, que garantizaba el cobro durante 6 meses del beneficio y el salario formal. Para este nuevo plan aún no fueron aportadas precisiones. Una fuente oficial consultada deslizó que podría durar “un año” el cobro de ambos ingresos como forma que el trabajador logre la esperada estabilidad.

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Estas dudas, de alguna forma, explican la poca expectativa que el programa ha despertado en dirigente sociales, que apuestan a un mayor involucramiento del estado en el financiamiento de la economía popular. Es que “A Construir” incluiría entre 15 mil y 20 mil beneficiarios y hoy el Potenciar Trabajo supera el millón de inscriptos.

Sorprendió Wado de Pedro

La presencia del ministro de Pedro, delegado de Cristina Kirchner en Casa Rosada pero también de La Cámpora, resultó significativa por compartir recinto con representantes del Movimiento Evita –que el jueves realizarán una asamblea plenaria de la que esperan participe el Presidente- y con el ministro Guzmàn, desde hace meses blanco de críticas del kirchnerismo. Justamente un jefe sindical observó ayer que “a Alberto lo vimos mejor en los últimos días, defendiendo la continuidad de Guzmàn, lo que podría ser una divisoria de aguas”, en referencia al conflicto vigente entre el jefe de estado y su poderosa Vicepresidenta.

Unas horas antes Máximo Kirchner también había dejado un duro mensaje hacia la interna del oficialismo. De cara a los vencimientos que Argentina tiene con el FMI, aseguró que “cada dólar que se destine al pago de la deuda, es un dólar menos para el pueblo. Se trata de menos recursos para salud, educación y el sector privado”.

Como aglutinante, con todo, nuevamente ayer buscó presentarse Manzur, que desempolvó un discurso del peronismo clásico para intentar unir a las partes en pugna de la coalición oficial. “Tenemos que volver al principio, tenemos que volver a nuestros orígenes, tenemos que volver a lo que somos nosotros. Qué representamos como espacio político. ¿Cuál es nuestro rol? Estos son los desafíos. Por eso celebro que más de medio gabinete con todas las áreas estén aquí. Vi en persona lo que representa el valor del trabajo, y también conozco en persona lo que es el empleo registrado”. Recordó los planes quinquenales de Juan Domingo Perón y validó a la “gloriosa CGT como columna vertebral” del Justicialismo. “Este proyecto es una bocanada de aire como decimos en Tucumán”, cerró, con su particular media sonrisa.