Perpetua para el "Hombre Gato": dejó de gritar miau y dijo que su mamá le habla de noche
| 3 de Noviembre de 2021 | 19:37

Un tribunal popular de Mendoza declaró culpable al israelí Nicolás Giled Pereg y la jueza lo condenó a prisión perpetua por los crímenes de su madre Pyhria Saroussy y su tía Lily Pereg. El fiscal Fernando Guzzo le había pedido al jurado que declarase culpable al imputado por ambos homicidios, al considerar que cometió un “asesinato despiadado” con “plena conciencia de la criminalidad de sus actos”.
En tanto, la defensa del hombre que se cree gato había solicitado que lo declarasen inocente, y para ello se basaron en la pericia de psicólogos y psiquiatras que determinaron que padece parafrenia y, por lo tanto, debía ser considerado inimputable.
Tras escuchar los alegatos, el acusado dejó de "maullar" e hizo uso de sus últimas palabras y dijo que su mamá "está secuestrada" y le "habla todas las noches".
“A mí me están culpando a la fuerza. Intentan decir que hice cosas que yo no hice. Buscaron la forma de acusarme de la desaparición (de mi madre y mi tía) por eso me hicieron los allanamientos y me secuestraron las armas”, sostuvo.
Luego, al querer dar su versión de los hechos, sostuvo que la Policía hizo cuatro operativos en su casa y no encontró nada, dijo que lo detuvieron y le incautaron tres armas: "No maté a nadie. Me culpan porque vivo de forma rara, yo no vivo como en el mundo de ustedes. Jamás le pude hacer algo a mi madre, es toda mi vida. Es mentira que están muertas y que las encontraron en el terreno mío. No sé dónde están. Yo jamás vi un cuerpo. La Policía y la Fiscalía plantaron los cuerpos".
El "Hombre gato" y los macabros detalles del homicidio
Los profesionales confirmaron que la madre de Gil Pereg fue estrangulada y la tía asesinada de tres balazos.
En este marco, los médicos forenses dieron detalles de las lesiones post mortem que sufrieron las mujeres. Indicaron que uno de los cuerpos había sido atravesado por una barra de hierro que ingresaba por la oreja con salida por el cráneo, sumado a otros cuatro hierros introducidos hasta el abdomen (dos por la vagina y dos por el ano). En tanto que el otro cuerpo presentaba las mismas lesiones, pero con salida por el tórax y el dorso.
El doble crimen de las israelíes -su madre, Phyria Saroussy (63), y su tía, Lily Pereg (54)- fue descubierto el 26 de enero de 2019 cuando, luego de días de búsqueda por Mendoza e, incluso, Chile, los cuerpos fueron hallados enterrados en un predio propiedad de Pereg, ubicado en calle Julio Argentino Roca 6079, de Guaymallén.
La búsqueda de las mujeres se había iniciado el 12 de enero, cuando Pereg, un hombre de 1.90 metros de altura, cabeza rapada, que solía vestir remera y short y que se hacía llamar en el barrio "Nicolás", denunció ante la policía la desaparición de ambas, quienes habían ido a visitarlo a Mendoza.
Desde su detención, el israelí evidenció una extraña conducta: maullaba y actuaba como felino. En rigor, en la propiedad donde encontraron los cadáveres convivía con decenas de gatos. En la primera audiencia del juicio que se lleva en su contra, el "hombre gato" fue desalojado tuvo que ser desalojado de la sala porque no paró de "maullar".
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